La leche materna extraída es el mejor alimento que puede tomar tu
bebé cuando no estás a su lado. Así que ¿cómo puedes guardar y usar tu
leche de forma segura? Respondemos las dudas más frecuentes sobre
su conservación, para que no pierda ninguna de sus mágicas cualidades.
¿Cuándo extraer la leche?
Sacarte la leche y conservarla para que alguien se la dé a tu bebé
cuando no puedes ponerle al pecho, es una buena opción y frecuente
en la lactancia materna. Puedes hacerlo de forma manual o usando un
sacaleches.
Lactancia materna más allá de los seis meses: estos son los
beneficios a corto y largo plazo para la salud del bebé y la madre. Si
vas a reincorporarte al trabajo o tienes que ausentarte unos días de
casa, es recomendable empezar a sacarse leche unos días antes e ir
almacenándola en el congelador. Pero otra opción puede ser extraerla por
la noche y guardarla en el frigorífico, para que la persona que va a cuidar
de tu hijo mientras tú no estás, pueda ofrecérsela.
Y aunque bien es cierto
que la leche extraída conserva la mayor parte de sus beneficios, también
es verdad que para eso tiene que conservarse correctamente y tener una
higiene adecuada para garantizar que es segura para tu bebé.
¿Cuál es el mejor método para almacenar la leche materna?
La Leche materna es mejor para tu bebé que la leche de fórmula;
la leche materna recién extraída es preferible a la refrigerada, y la
refrigerada es mejor que la congelada. Según Medela se debe a que la
leche recién extraída ofrece las mejores propiedades antibacterianas y
cuenta con niveles superiores de antioxidantes, vitaminas y grasa que le
leche refrigerada o congelada.
¿Qué precauciones iníciales hay que tomar?
Se puede almacenar en casa para ofrecérsela a niños sanos, nacidos
a término (no prematuros). Hay que lavarse las manos con agua y jabón
antes de extraerse la leche. Usar recipientes
que han sido lavados con agua caliente jabonosa y enjuagados.
Toda leche debe ser etiquetada antes de almacenarla, con la cantidad
y la fecha de la extracción y congelación. Así podemos ir descongelando
la leche más antigua.
¿Durante cuánto tiempo puedo almacenarla?
Si has extraído la leche materna de forma limpia y segura, puedes
almacenarla a temperatura ambiente, en el frigorífico o en el congelador,
en función de cuándo desees utilizarla.
Calostro: A temperatura ambiente 27 - 32 grados, de 12 a 24 horas.
Leche materna: A 15º C: se conserva 24 horas. A 19 - 22º C: 10
horas. A 25 ºC: de 4 a 8 horas. Refrigerada entre 0 y 4 ºC: de 5 a 8 días.
Leche congelada: En un congelador dentro de la misma nevera: 2
semanas. En un congelador que es parte de la nevera pero con puerta
separada (tipo combi): 3 -4 meses. En un congelador separado, tipo
comercial con temperatura constante de -19º C: 6 meses o más.
¿Qué tipo de envase es mejor utilizar?
Se recomienda utilizar siempre envases destinados para uso
alimentario: de cristal, de plástico duro (transparente u opaco) o bolsas de
plástico blando diseñadas para este uso. Explica que las asociaciones
de bancos de leche aconsejan utilizar recipientes duros porque “provocan
una menor pérdida de factores defensivos de la leche durante el
almacenamiento, y cerrarlos con tapa dura”. Las bolsas de plástico
blando son prácticas y poco costosas, pero se derraman y rompen con
mayor facilidad. Y añade que hay que mantener estas normas de higiene
y conservación:
Para mantener la máxima higiene, no conviene tocar el interior del
recipiente en el que se almacenará la leche, para que no entren bacterias.
El envase debe cerrarse inmediatamente después de introducir la
leche.
Se recomienda guardar, en cada recipiente, pequeñas cantidades de
leche (60-120 ml) sin llenarlo completamente, para permitir que la leche
se expanda al congelarse.
¿Cuánta leche debo extraer?
Lactancia materna: No es necesario sacarse de una vez toda la leche
que se pretende dejar para el bebé. Tampoco es necesario mantener
separadas las distintas cantidades que se vayan extrayendo a lo largo del
día. Siempre que las cantidades previamente extraídas se hayan mantenido
a una temperatura entre 0 y 15 grados, la madre puede utilizar el mismo
recipiente para guardar la leche recién extraída, por un período máximo
de 24 horas y luego seguir las recomendaciones de almacenamiento
de acuerdo con la fecha y hora de la primera extracción. Es decir:
Si la leche previamente extraída se ha mantenido entre 19 y 22 grados, el
tiempo total de almacenamiento no debe exceder las 10 horas desde la
primera extracción.
Y si la leche previamente extraída se ha mantenido a 25 grados, el
tiempo total de almacenamiento no deberá exceder las 6 horas desde la
primera extracción.
¿Cómo almacenar la leche materna en el congelador?
Congela la leche materna lo antes posible tras su
extracción. Comprueba que tus
recipientes de almacenamiento de leche materna se puedan usar en el
congelador.
No llenes los biberones ni las bolsas más de tres cuartos
de su capacidad, ya que la leche materna se expande al
congelarse.
Almacena la leche materna congelada en la parte
posterior del congelador, donde la temperatura es más
constante.
Mantenla alejada de las paredes de los congeladores con función de
autodescongelación.
¿Cómo usar la leche congelada?
No dejes que se descongele a temperatura ambiente.
Se puede descongelar en el frigorífico en unas 12 horas. El mejor método es colocar el recipiente bajo el chorro de agua fría e
ir dejando que el agua salga progresivamente más caliente (hasta un
máximo de 37º C) hasta lograr descongelar la leche y que alcance la
temperatura ambiente.
También puede descongelarse colocando el recipiente dentro de un
cazo con agua tibia y después más caliente, pero sin ponerla al fuego.
Nunca descongeles ni calientes la leche materna congelada en el
microondas ni en agua hirviendo. Esto podría dañar sus propiedades
nutritivas y protectoras, y crear puntos calientes que podrían quemar al bebé.
No es necesario calentar la leche materna: basta con llevarla a
temperatura ambiente, que es como sale de nuestro cuerpo.
Una vez descongelada la leche, ¿cuánto tiempo tengo para
consumirla?
“Si la leche ha sido congelada y descongelada, se puede refrigerar
hasta 24 horas para usarse después, aunque no debe volver a congelarse”,
explica la Liga de la Leche.
Y si al sacarla huele mal?
Es posible que, en ocasiones, notes que tu leche materna refrigerada
o descongelada tiene un olor a rancio. Se debe a la acción de una enzima
llamada lipasa, que descompone las grasas y libera los ácidos grasos,
un proceso que ayuda a evitar la proliferación de bacterias nocivas.
Esta transformación de la grasa ayuda al bebé a la digestión de la leche
y no es perjudicial, pero puede provocar que la rechace por su sabor. Si
no es así, puedes ofrecérsela, siempre que la hayas guardado de forma
segura.
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