La ciudad de Guadalajara está plagada de historias y leyendas
que invitan a seguir conociéndola entre sus calles. De hecho,
en el centro histórico de la capital de Jalisco, existe una muy
peculiar. Instalada en donde alguna vez fue la primera imprenta
de la capital tapatía, se encuentra la Casa de los Perros. Hoy
en día se ha convertido en un lugar que se envuelve en miedo y
misticismo contada entre los pobladores.
A partir de 1792 comenzaron las operaciones de la que fue la
primera imprenta de la ciudad. Asimismo, dicha imprenta le dio
vida a lo que sería el primer periódico independiente de América,
“El despertar americano”. De hecho, el impreso fue propuesto
por el cura Miguel Hidalgo durante su estancia en Guadalajara
en 1810.
Mencionan los historiadores que el periódico era para
comunicar ideales de independencia. Sin embargo, se detuvo
su producción tras ser derrotados los insurgentes en el Puente
de Calderón.
Cuenta la leyenda que, a principios del siglo XX,
un comerciante de café de nombre Jesús Flores habitó esta
finca en medio de la soledad. Según al cumplir 70 años decidió
buscar la compañía de una joven llamada Ana González. Como
consecuencia, decidieron casarse y viajar a Europa cruzando
por el mar. Sin embargo, tras pasar los días el barco en el que
viajaban estuvo a punto de hundirse, tras ese incidente se
juraron amor eterno.
A pesar de vivir momentos de miedo, ambos sobrevivieron.
Pasado el tiempo la joven comenzó a decorar la casa hasta darle
un toque muy identificable; dos esculturas de perros. Dichas
esculturas fueron elaboradas en Nueva York, mismas que fueron
trasladadas a la famosa finca.
Al poco tiempo don Jesús falleció, dejando toda su fortuna a
su querida esposa, que al poco tiempo volvió a casarse.
Por ese
motivo, Ana olvidó rezarle a su difunto esposo, así como a La
Casa de los Perros la fue abandonando.
Los años fueron pasando y sucesos paranormales
comenzaron a suscitarse en la Casa de los Perros. Según una de
las leyendas que se crearon entorno a ella, era quien rezara un
novenario en el mausoleo de don Jesús
Flores recibiría la escritura de la casa.
Pero uno de los requisitos era realizarlo
a las 12 de la noche y llevar solamente
una vela.
Se dice que cientos de hombres y
mujeres lo han intentado, pero la falta de
valor ha sido suficiente para no realizar
esa osadía. Como consecuencia todos
salen llenos de miedo y salen antes
de los 5 minutos. Asimismo, se cuenta
que muchos han sido encontrados
inconscientes.
Finalmente, a mediados de la década
de los 90s el Ayuntamiento de Guadalajara
adquirió la propiedad y estableció
el Museo de Periodismo y las Artes
Gráficas.
Por otro lado, este es uno de los
lugares con mayor interés por haber sido
la primera imprenta de la ciudad. Además
de haber sido uno de los primeros medios
de comunicación en América. En cuanto
a los rumores, señalan que el lugar aún
no puede ser habitado, pues en las
noches siguen presentándose fenómenos
paranormales… Alam Moreno.
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