“Para servir a Tabasco hay que
conocerlo, hay que amarlo con toda la
fuerza del corazón”.-
ANDRÉS GRANIER
Por Ignacio Rodríguez Castro
Andrés Granier Melo es hombre de
palabra. Tal y como lo anunció, regresó a
Tabasco. Durante los poco más de cinco
años que estuvo privado de su libertad fue
prudente y no cayó en la provocación para
subirse al “ring mediático”.
Su defensa fue totalmente jurídica
con pruebas y argumentos sólidos que
demostraron su total inocencia. Pero
también hay hechos y cifras que algunos
no recuerdan -o pretenden no recordarque
explican la magnitud de los retos que
enfrentó y el difícil cierre de su gobierno, así
como su carisma, calidad humana, fortaleza
física y carácter.
“El Químico” superó emergencias,
veló por la seguridad de los afectados y
reconstruyó una y otra vez a Tabasco en
medio de restricciones presupuestales.
Estas mismas circunstancias fueron las que
sus enemigos usaron para fabricar un caso
judicial que nunca tuvo sustento.
Le apostaron al escarnio público, a la
distorsión de la información, a la fabricación
de pruebas y, desde luego, al olvido. Sin
embargo, el juicio de la memoria histórica
de los hechos ocurridos de 2007 a 2012
confirman la absoluta inocencia de Andrés
Granier Melo que en su anunciado regreso
a Tabasco, le permitirán caminar de frente
y ver cara a cara a todos los tabasqueños.
En octubre de 2007 Tabasco vivió el
peor desastre natural de su historia que dejó
al 62 por ciento del estado bajo el agua, un
millón y medio de personas damnificadas,
168 mil viviendas afectadas, más de 22 mil
empresas con pérdidas, 32 mil personas sin
empleo y 570 mil hectáreas siniestradas,
así como puentes, escuelas, carreteras y
caminos rurales destruidos, por recordar
algunas cifras.
Para la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (CEPAL) y
el Centro Nacional de Prevención de
Desastres (CENAPRED) las inundaciones
de 2007 son el segundo desastre más
costoso en la historia del país, después del
sismo de 1985.
Los daños y pérdidas se
estimaron en 31 mil 800 millones de pesos.
En los siguientes años nuevas
inundaciones afectaron a la entidad lo que
obligó a reconstruir Tabasco una y otra vez,
recurriendo 11 veces
al Fondo Nacional de
Desastres Naturales,
el FONDEN que
sumaron unos siete mil
millones de pesos. En
total, 11 contingencias
climáticas –dos por
año- representaron
pérdidas por más de
50 mil millones de
pesos.
“El Químico”
también hizo frente al
golpe de la reforma
hacendaria que en
2008 dejó a Tabasco
sin ocho mil 341
millones de pesos y la
disminución de las aportaciones federales
con un aumento de responsabilidades de
los estados en educación, seguridad y
salud, principalmente, sin que el gobierno
de la república aportara los recursos para
hacerle frente.
¿Cómo obtener dinero para hacer
frente a tantas adversidades al mismo
tiempo? Optimizando los recursos.
Así
se cancelaron el programa social Te Da
Más y las compensaciones salariales. Se
congelaron plazas y pagos de tiempo extra
y los funcionarios de primer nivel vieron
reducido su salario en un 20 por ciento.
Por si fuera poco, se desaparecieron
nueve organismos de la administración
estatal, como la Central de Maquinaria
Agrícola, el Rastro Estatal, el Instituto de
Capacitación para el Desarrollo de Sistemas
de Producción del Trópico Húmedo, la
Dirección de Imagen y Publicidad, la
Unidad de Atención Social y se eliminó la
Coordinación de Asesores del Gobernador.
Estas medidas, aunque difíciles,
fueron fundamentales para superar las
emergencias hidrológicas, reconstruir
Tabasco y, por si fuera poco, dejar recursos
suficientes a la siguiente administración.
Las cifras con las que cerró el gobierno
de Andrés Granier, quedaron plasmadas
en los estados financieros emitidos por la
Dirección de Contabilidad Gubernamental
de la Secretaría de Administración y
Finanzas al 31 de diciembre de 2012,
mismos que fueron debidamente
certificados por notario público.
El 31 de diciembre de 2012 se recibieron
recursos por 700 millones de pesos que
quedaron disponibles en cuentas bancarias,
las cuales durante 2013 –ojo estimado
lector- debieron aplicarse para fortalecer los
sectores de salud, educación y seguridad
pública.
A finales de 2012 se liquidaron los
préstamos a corto plazo que había
adquirido el gobierno, para que el entrante
pudiera obtener nuevos empréstitos.
También, al concluir ese año, las cadenas
productivas fueron saldadas para que la
nueva administración pudiera contar con
ellas para una contratación inmediata.
Este rápido recuento de hechos y cifras
confirma que -contrario a lo que se le acusó-
Granier Melo gobernó Tabasco con eficacia,
honestidad y un gran liderazgo social.
A
pesar de enfrentar la peor catástrofe en la
historia del estado y tener que reconstruir
a Tabasco una y otra vez, dejó recursos
suficientes para que su sucesor pudiera
seguir impulsando el desarrollo de los
tabasqueños.
“El Químico” encabezó a todo un pueblo
para superar las emergencias, hizo frente a
las acusaciones en su contra dando la cara
y, ahora, con esa misma hombría de la que
muchos carecen, anunció que vuelve de
nuevo a su tierra para encontrarse con los
tabasqueños.
Regresó con la frente en alto, con la
seguridad de que el juicio de la memoria
histórica le dio la razón y de que el juicio
de la historia ha puesto a cada quien en su
lugar, que en su caso es aquí, en Tabasco,
su casa, con la que mantiene firme su
compromiso de
“TRABAJAR PARA TRANSFORMAR
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