José Alvarado Montes
El encanto del pasado
es el recuerdo y el recuerdo
es el material que ayuda
a forjar el futuro. 1979,
día de fiesta, los alumnos
del colegio Motolinía
celebraban su graduación,
pues terminaban sus
estudios de secundaria.
Todos, ellos y ellas, vivían
el “Divino Tesoro de la
Juventud”. En esa fecha
todo era regocijo, acción
de gracias, música, fiesta,
alegría, agradecimiento a
sus maestros. Vestían de
gala.
El uniforme escolar
quedaba atrás. Abundaron
las fotografías para recordar
a compañeros y amigos
y comenzar los sueños y
esperanzas por los nuevos
proyectos de vida. No
ignoraban que a lo largo
de su futuro encontrarían lo
que no estaba escrito en sus
libros de texto. Lo dulce, lo
salado, lo ácido y lo amargo
de la vida, pero donde hubo
fuego recuerdos quedan.
Una mente se iluminó
años después creando
una pequeña chispita que
provocó una gran llamarada.
Se volvió a convocar a los
compañeros el día 14 de
junio de 2019. Cuarenta
años después la fiesta
volvió a repetirse vestidos
con sus mejores galas para
estar a tono con la bellísima
Catedral Basílica, donde
se celebró la Sagrada
Eucaristía amenizada por un
excelente conjunto musical.
Después, abrazos, saludos,
brindis, banquete, música,
baile y alegría. Generación
1976-79. FELICIDADES.
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