sábado, marzo 07, 2020

Y TUVE QUE ACEPTAR...

Qué No sé Nada del Tiempo…que es un misterio para mí y que no comprendo La Eternidad. Yo tuve que aceptar que mi cuerpo, no sería inmortal que envejecería y un día se acabaría. 
Que estamos hechos de recuerdos y olvidos; deseos, memorias, residuos, ruidos, Susurros, silencios, días y noches, pequeñas historias y sutiles detalles. 
Tuve que aceptar que todo es pasajero y transitorio. Y tuve que aceptar, que vine al Mundo para hacer algo por JESÚS. Para tratar de dar lo mejor de mí para dejar rastros Positivos de mis pasos antes de partir al encuentro de mí Padre DIOS. 
Yo tuve que aceptar que mis padres, no durarían siempre, y que mis hijas poco a poco escogerían su camino y seguirían ese camino sin mí. Y tuve que aceptar Que ellas no eran mías, que mi Padre Dios me los confió, para cuidarlas, amarlas y educarlas en la Fe. Como suponía, y que la libertad de ir y venir es también un Designio suyo. 
Yo tuve que aceptar que todos mis bienes me fueron confiados en préstamo, que No me pertenecían y que eran tan fugaces como fugaz era mi Propia existencia en la tierra y tuve que aceptar que los bienes quedarían para uso de otras personas cuando yo, ya no esté por aquí. Yo tuve que aceptar que barrer mi acera todos los días, no me daba garantía de que era propiedad mía y que barrerla con tanta constancia sólo era una sutil ilusión de poseerla. 
Yo tuve que aceptar que lo que llamaba “mi casa” era sólo un techo temporal, qué mí casa está siendo construida con mis actos, en el Cielo. Que un día más, un día menos sería el abrigo terrenal de otra Familia. y tuve que aceptar que mi apego a las cosas, sólo haría más penosa mi despedida y mi partida. Yo tuve que aceptar que los animales que quiero y los árboles que planté, mis flores y mis aves eran mortales, ellos no me pertenecían fue difícil pero tuve que aceptarlo, 
Yo tuve que aceptar mis fragilidades, mis limitaciones y mi condición de ser mortal, de ser efímero, es pasajero, qué la Eternidad me espera. Yo tuve que aceptar que la Vida continuaría sin Mí y que al cabo de un tiempo me olvidarían. Humildemente confieso que tuve que librar muchas batallas para aceptarlo. y tuve que aceptar que No sé Nada del Tiempo, que es un misterio para Mí, que no comprendo La Eternidad y que nada sabemos sobre Ella, pero a los ojos de la Fe, Confianza y Esperanza, llenan mí Alma de Paz y AMOR. 
¡Tantas palabras escritas tanta necesidad de explicar, entender y comprender este Mundo y la Vida que en JESÚS Vivimos y viviremos, Pero me rendí y acepté lo que tenía que confiar. y así dejé de sufrir. Deseché mi orgullo y mi prepotencia y admití que La Muerte trata a Todos de la misma manera, sin favoritismos. Yo tuve que desarmarme y abrir mis brazos y corazón al Amor de Dios, para reconocer la Vida como suya. Reconocer que todo es transitorio y que funciona mientras estemos aquí en la Tierra para Servir y Compartir. ¡Eso me hizo Reflexionar Y Aceptar, y así alcanzar la Paz tan soñada!

Atte. Tú hermano en Cristo.
Dr. Miguel Ángel Cortés Martínez.

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