
Indonesia.
Esta isla tenía tres conos volcánicos:
Rakata, Danan y Perbuatan o Perboewatan,
aunque por lo general se suele llamar
“volcán Krakatoa” a su conjunto. Es
tristemente famosa por el desastre de 1833,
cuando una erupción sin igual arrasó con
ella y afectó a otras regiones cercanas.
Indonesia es un país altamente
volcánico, pues alberga unos 130 volcanes
activos; una cantidad mayor a la de
cualquier otro país del mundo. No es raro,
pues, que los habitantes sean testigos de
erupciones relativamente frecuentes y de
diversas intensidades.
Krakatoa era un estratovolcán, es decir,
compuesto por la estratificación de lava,
cenizas, piedra pómez y otros materiales
piroclásticos. La isla tenía 9 kilómetros de
largo, unos 5 kilómetros de ancho y unos 28
kilómetros cuadrados de superficie. Rakata,
en el sur, tenía 813-820 metros de altura
sobre el nivel del mar; Perbuatan, al norte,
medía 120 metros de altura, y Danan, en el
centro, registraba 445-450 metros de altura
sobre el nivel del mar.
Como Krakatoa era un estratovolcán, y
como suele suceder con este tipo, estaba
situado encima de la zona de subducción
de la Placa Euroasiática y la Placa
Indoaustraliana. Una zona de subducción
es un punto donde la corteza oceánica
se destruye debido a que ahí convergen
corrientes de convección. Así, una placa
tectónica se hunde bajo otra.
Antes de la erupción de 1883, Krakatoa
formaba parte de un pequeño grupo de islas
muy próximas: Lang, Venlaten y el islote
Poolsche Hoed, entre otros islotes más
pequeños. Todos eran lo que quedaba de
una gran erupción volcánica anterior, que
ocurrió durante algún punto de la Prehistoria
y que creó una caldera o depresión de 7
kilómetros de largo entre ellos. Los restos
de la ancestral erupción comenzaron a
unirse, y al cabo muchos años los conos
se unieron entre sí por la actividad de las
placas tectónicas, lo que dio origen a la isla
de Krakatoa.
Erupciones
Se conoce al Krakatoa como uno de los
volcanes más destructivos de los que se
tiene registro. De hecho, los estratovolcanes
se caracterizan por realizar erupciones
explosivas, ya que su lava contiene gran
cantidad de las rocas ígneas andesita
y dacita, lo que la hace muy viscosa y
ocasiona que la presión de los gases se
acumule a niveles muy altos.
Se conoce al Krakatoa como uno de los
volcanes más destructivos de los que se
tiene registro.
No existen registros claros sobre
erupciones muy antiguas. El Pararaton o
Libro de los reyes, un manuscrito sobre
la historia de los reyes del este de Java,
menciona que en 416 d. C. hubo una especie
de explosión hasta ahora no confirmada
en la historia. También se presume que
en 535 d. C. se produjo una erupción que
ocasionó efectos importantes en el clima
del hemisferio norte durante varios meses.
Parece que en 1681 hubo dos
erupciones, avistadas y registradas en
diarios de los navegantes holandeses
Johann W. Vogel y Elias Hesse. La actividad
volcánica siguió siendo intensa durante los
años siguientes, pero después amainó y ya
no parecía peligrosa para los lugareños.
Incluso,
A principios de la década de 1880
pensaban que el Krakatoa estaba extinto
pues la última erupción importante había
tenido lugar en 1681. Sin embargo, esto
estaba por cambiar. ¡Y de qué manera!
El 20 de mayo de 1883, Perbuatan
comenzó a emitir nubes de polvo y ceniza.
Esa mañana, el capitán del buque alemán
Elizabeth informó haber avistado la nube,
de unos 9-11 kilómetros de altura, sobre la
deshabitada isla de Krakatoa. A mediados
de junio, el cráter del Perbuatan ya estaba
casi destruido. La actividad no cesó,
sino que en agosto adquirió dimensiones
catastróficas.
Alrededor de la 1 de la tarde del
domingo 26 de agosto, Krakatoa tuvo su
primera erupción de importancia mediante
una explosión ensordecedora que expulsó
una nube de escombros, la cual se elevó
hasta 25 kilómetros encima de la isla y se
extendió hacia el norte hasta alcanzar como
mínimo 36 kilómetros de altura. Lo peor
ocurrió al día siguiente: debido a la presión
acumulada, en la mañana se produjeron 4
explosiones que literalmente volaron la isla.
› En agosto de 1883, se produjeron 4
explosiones que literalmente volaron la isla.
El ruido generado fue tal, que se
considera el sonido más fuerte que se
ha registrado en la historia, y rompió
los tímpanos de las personas que se
encontraban más cerca de la zona. Se
escuchó a unos 3,110 kilómetros de
distancia hasta Perth, Australia Occidental,
y Mauricio. Como consecuencia de la
violenta explosión, se produjo un tsunami
cuyas olas alcanzaron unos 40 metros
de altura y se desplazaron a unos 1,120
kilómetros por hora hacia la costa oeste
de Sumatra, el oeste de Java y las islas
cercanas. El número de muertos superó los
36,000.
El polvo y los gases emitidos por el
volcán Krakatoa, en 1883, permanecieron
hasta 3 años en la atmósfera. El volcán
desapareció y generó una nueva caldera,
hasta que en 1927 la zona empezó a
mostrar signos de actividad volcánica. En
1930 emergió una nueva isla volcánica que
posteriormente recibió el nombre de Anak
Krakatoa (hijo de Krakatoa), la cual crece a
medida que pasan los años.
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