El Bellevue, el hospital de Nueva York que se enfrentó a la
fiebre amarilla, el cólera, el sida, el ébola y ahora la covid-19
El Bellevue se hizo célebre por albergar a los mejores
cirujanos del país. Hasta la década de 1840, operaban sin
anestesia. En el verano de 1795, comenzaron a llegar pacientes
al Hospital Bellevue, en la ciudad de Nueva York, con síntomas
de fiebre amarilla.
La metrópolis estadounidense vivía el
comienzo de una epidemia que, solamente en aquel año, dejaría
730 muertos, un resultado devastador para una ciudad que, en
aquella época, tenía una población de 40.000 habitantes.
Más de dos siglos después, el Bellevue, uno de los hospitales
públicos más antiguos y prestigiosos del país, vuelve a estar a
la vanguardia en la lucha contra la nueva epidemia que azota
la ciudad.
En las últimas semanas, las salas y los profesionales
médicos se han reorganizado para recibir al creciente número
de pacientes con covid-19, la enfermedad causada por el nuevo
coronavirus.
Hasta este martes 14 de abril, el estado de Nueva York
registraba más de 195.000 casos y más de 10.000 muertos por
covid-19. Hoy, el Bellevue ocupa un edificio de 22 pisos y forma
parte de la Corporación de Salud y Hospitales de la Ciudad de
Nueva York, el sistema de hospitales públicos más grandes del
país.
Los servicios médicos ofrecidos por la institución se cobran
de acuerdo a los ingresos familiares.
4 claves que explican el enorme impacto del coronavirus en
EE.UU., el país con más muertos y contagiados por covid-19
del mundo. Si el paciente no cuenta con un seguro de salud,
puede pedir asistencia financiera para pagar la cuenta.
El
Bellevue es también uno de los diez centros médicos de EE.UU.
reconocidos por su programa de patógenos especiales, es
decir, tiene médicos específicamente entrenados y unidades
especializadas en biocontención para el tratamiento de
enfermedades infecciosas.
Su historia a lo largo de los dos últimos siglos se confunde
con la de Nueva York y también con los avances de la medicina
en EE.UU.
Albergue para pobres
Durante años, el Bellevue fue sinónimo de muerte. El hospital
se hizo célebre por su ala psiquiátrica y también por albergar
a enfermos terminales, pobres e indigentes, y pacientes que
eran rechazados por otras instituciones. Incluso las personas
con enfermedades incurables o que no tenían dinero para pagar
recibían tratamiento.
El Bellevue fue responsable de varios
avances en la práctica médica. En 1869, estableció el primer
cuerpo de ambulancias del país.© Proporcionado por BBC
News Mundo El Bellevue fue responsable de varios avances
en la práctica médica. En 1869, estableció el primer cuerpo de
ambulancias del país.
El hospital comenzó como una enfermería en una residencia
para pobres, en 1736. Años después, fue transferido una
instalación cercana al Río Este.
Según el historiador David Oshinsky, profesor de la Facultad
de Medicina de la Universidad de Nueva York y autor del libro
“Bellevue” sobre la historia del hospital, durante el siglo XVIII
albergaba a personas sin recursos y a enfermos que no tenían
posibilidad de recuperarse.
“Era un lugar a donde uno iba a morirse”, dice Oshinsky
en entrevista con la radio pública estadounidense NPR. El
drama del coronavirus en Nueva York, una ciudad paralizada
con las morgues repletas y hospitales de campaña. Cuando
comenzaron a aparecer casos de fiebre amarilla en Manhattan
en julio de 1795, en el verano del hemisferio norte, los pacientes
fueron trasladados al Bellevue.
En esa época los médicos no tenían idea de cómo tratar
la enfermedad y ni siquiera sabían que era transmitida por
mosquitos.
Pronto la ciudad empezó a registrar varias muertes al día.
Esta sería la primera de varias oleadas de la epidemia de fiebre
amarilla, que duró hasta 1803 y dejó miles de muertos en Nueva
York, la mayoría de ellos inmigrantes pobres, ya que muchos
residentes ricos huyeron a zonas rurales cuando la enfermedad
comenzó a propagarse.
Cólera y Guerra
Civil
Según Oshinsky, en el siglo XVIII, la medicina en EE.UU. era
extremadamente primitiva y no había anestesia, antisépticos u
otras medidas de higiene. “En Bellevue, incluso después de la
Guerra Civil, aunque era posible sobrevivir a una operación, las
infecciones después de la cirugía eran comunes en más de la
mitad de los casos”, afirmó el historiador en una entrevista con
un programa de televisión de la Universidad de Nueva York.
Los que sobrevivían a la cirugía, tenían un 50% de
posibilidades de no sobrevivir al mes siguiente. “Los médicos
hacían lo mejor que podían”, añade el académico.
A comienzos
del siglo XIX, el complejo de Bellevue incluía una residencia para
pobres, una enfermería, un orfanato, un hospicio y una prisión.
El Hospital Bellevue comenzó como una enfermería en un
albergue para pobres en 1736.© Proporcionado por BBC News
Mundo El Hospital Bellevue comenzó como una enfermería en
un albergue para pobres en 1736. Cuando una epidemia de
cólera se desató en Nueva York, en 1832, el hospital fue crucial
en la lucha contra esta enfermedad que mató al menos a 3.500
personas en la ciudad ese año, la mayoría pobres e inmigrantes.
Miles de otros morirían en brotes posteriores, en 1849 y
1866.
Los entierros en una fosa común en Nueva York, la ciudad
que tiene más casos de coronavirus que cualquier país del
mundo.
Durante la Guerra Civil estadounidense, el hospital trató
tanto a los soldados como a los manifestantes que se rebelaron
contra el reclutamiento en una serie de protestas violentas que
dejaron decenas de muertos y miles de heridos en la ciudad,
en 1863.
Avances
El Bellevue era reconocido por contar con los mejores
cirujanos del país en la época. Sus médicos no solo trataba
a personas pobres, sino también a personajes importantes e
incluso a presidentes. Pero no siempre sus intervenciones
fueron exitosas. Hasta la década de 1840, la cirugía y otros
tratamientos se realizaron sin anestesia. En 1881, cuando el
presidente James Garfield sufrió un atentado, un cirujano
del hospital, Frank Hamilton, fue llamado a Washington.
Los
disparos, en principio, no fueron fatales. Pero, según Oshinksy,
el médico no creía en la teoría microbiana (que estableció,
a fines del siglo XIX, que los microorganismos causaban
enfermedades) y puso sus manos sucias, sin guantes, sobre
las heridas. El presidente murió dos meses después a causa de
una infección.
En 1893, fueron nuevamente los médicos de Bellevue
quienes trataron al presidente Grover Cleveland, quien tenía
un tumor maligno en la boca. Esta vez, explica Oshinksy, los
médicos emplearon todos los métodos antisépticos disponibles
en la época y el tumor fue extirpado con éxito. El hospital fue
el primero en crear una escuela profesional de enfermería, en
1873.© Proporcionado por BBC News Mundo
El hospital fue
el primero en crear una escuela profesional de enfermería, en
1873.
A lo largo de los siglos, muchos de los principales médicos
de EE.UU. fueron entrenados o enseñaron en Bellevue, que
fue el primer hospital estadounidense en tener una escuela
de medicina. También allí se produjeron varios avances de la
práctica médica en el país, como la creación del primer cuerpo
de ambulancias de EE.UU. establecido en 1869 por el médico
Edward Barry Dalton, veterano de la Guerra Civil. El hospital
también fue el primero en contar con una ala de maternidad,
una escuela profesional de enfermería, una clínica pediátrica
y un departamento de patología forense, entre otros avances.
En su libro, Oshinksy resalta que, incluso en una época
en que los prejuicios limitaban las oportunidades para los
estadounidenses en el campo de la medicina, Bellevue se
destacó por tener profesionales judíos y cristianos, blancos y
negros, hombres y mujeres.
Enfermos famosos: La promesa del hospital de no negarle el
tratamiento a nadie, implicaba que sus salas siempre estaban
llenas. Durante la pandemia de la gripe española, que mató a al
menos 50 millones de personas en el mundo entre 1918 y 1920,
había pacientes durmiendo en los pasillos.
Además, como el
hospital estaba siempre entre las instituciones sanitarias de
vanguardia del país, recibía también a los pacientes más graves.
Charlie Parker fue uno de muchos personajes famosos
internado en el ala psiquiátrica del hospital. Muchos
estadounidenses relacionan incluso hoy al Bellevue con el
tratamiento de enfermedades mentales. A mediados del siglo
XIX, se amplió una pequeña ala reservada para este tipo de
pacientes y las instalaciones psiquiátricas ganaron importancia.
En el libro, Oshinsky relata algunos de los experimentos
realizados en el siglo pasado con pacientes psiquiátricos en
el hospital, muchos de ellos con resultados dudosos, como
la terapia de electrochoque en niños. La sala psiquiátrica
del hospital recibió a varios personajes célebres, incluido el
saxofonista Charlie Parker, el escritor Norman Mailer y los
beatniks William S. Burroughs y Allen Ginsberg.
También albergó a Mark David Champan, quien asesinó al
músico John Lennon en 1980.
“Nunca se fabricaron para causar la muerte”: los médicos
que reclaman la entrega de los fármacos usados en la inyección
letal para luchar contra el coronavirus en EE.UU.
Muchas
personas con trastornos mentales y personas sin hogar también
se refugiaron en Bellevue. En 1989, la reputación del hospital
sufrió un duro golpe cuando un hombre sin hogar que vivía
ilegalmente en una sala de máquinas del complejo y llevaba
una bata de laboratorio robada y caminaba por el hospital como
si fuera un médico, violó y asesinó a una médica embarazada.
Sida y ébola
A partir de 1981, el Bellevue se convirtió en el principal
destino de pacientes con sida. A mediados de los años 80,
EE.UU. registraba más de 130.000 nuevos casos de VIH al
año. Sin cura o tratamiento, un diagnóstico positivo significaba
una sentencia de muerte. Nueva York era uno de los principales
centros de la epidemia. En el Bellevue, médicos y enfermeros
sobrecargados con un gran número de casos, convivían con el
temor del contagio y el impacto emocional de no poder salvar a
los pacientes.
En 2014, el hospital atendió al médico Craig Spencer, el
único caso de ébola registrado en Nueva York “El Bellevue trató
a más pacientes con sida que cualquier otro hospital en el país.
Y más pacientes con sida murieron en Bellevue que en cualquier
otro hospital del país”, dijo Oshinsky en una entrevista con NPR.
Según el historiador, muchos de los estudios y pruebas que
hicieron posible el hallazgo de tratamientos para la enfermedad
se realizaron en Bellevue. En 2014, el hospital se enfrentó con
otro desafío: el de tratar al médico Craig Spencer, el único caso
de ébola registrado en Nueva York.
La escasez de equipos médicos cruciales en el país más
rico del mundo (y la “batalla” por hacerse con estos materiales)
Spencer estuvo en una sala especial de aislamiento en el séptimo
piso, creada durante una epidemia de tuberculosis resistente a
los medicamentos que tuvo lugar en la ciudad en los años 90.
En sus casi tres siglos de historia, el hospital solo cerró una
vez después del paso del huracán Sandy en 2012, cuando se
inundó y se quedó sin electricidad y los aproximadamente 800
pacientes que se encontraban allí tuvieron que ser evacuados.
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