
Maestra dijo el indio
De cara pensativa
Arrugada por el viento
Arada por el sol
¿dime por qué
Nosotros somos pobres
Y los dueños de la hacienda
¿No lo son?
El historiador López Portillo
escribió: hoy por desgracia en México país de
instituciones donde se ha proclamado emancipación
de los pequeños, de la tiranía de los grandes, gran
número de propietarios rurales aún mantienen vivas
sus posiciones de antiguos derechos de honra y de
hacienda sobre sus sirvientes como si aún fueran éstos
los antiguos siervos del terruño.
Los amos se administran justicia por su propia
mano, sujetan a sus infelices piones al tormento del
cepo, les rebajan sus salarios les pagan con maíz o
papel, los obligan a consumir los efectos que ellos
venden a los precios que quieren y para colmo de la
injusticia deshonran a sus esposas e hijas, llevando la
desgracia al seno de la familia y a lo más profundo de
su corazón.
De los hacendados solamente quienes los
han visto pueden formarse una idea del enorme
prestigio del que están rodeados, en los pueblos ellos
pueden ser grandes potencias que quitan y ponen a
las autoridades, los mismos jueces los respetan, les
temen y procuran tenerles siempre contentos, esto no
significa que los quieran a menudo los aborrecen, pero
lo simulan cuidadosamente para no conquistar su mala
voluntad.
Varios años después de haber comenzado el siglo
XX en estas tierras la religión católica servia de apoyo
al poder de los patrones, cada hacienda tenia su santo
protector, su fiesta, las bendiciones, rezos y cantos
litúrgicos, los toques de alba, y responsos de difuntos,
las novenas, las misas, penetraban profundamente
en la vida del campesino, que pagaban los servicios y
cumplían con servir a Dios y sus representantes en el
mundo, los Clérigos y los patrones.
El pobre, hijo de la miseria nacía en un petate,
vivía y se reproducía en el y al morir lo envolvían en un
petate y era sepultado en la tierra.
Maestra dijo el indio
De cara pensativa
Arrugada por el viendo
Arada por el sol
¿Dime por qué
Nosotros somos pobres
Y los dueños de la hacienda
¿No lo son?
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