En Yahualica, el ‘Chan’ siempre ha
sido una serpiente culpada por la gente
de varios casos de personas que se
han ahogado. Se dice que de manera
sigilosa este reptil se enredaba en los
pies de la persona que estaba nadando,
y a la vez, iba estirándolo hacia lo
profundo para ahogarlo. La guarida
del ‘chan’ según varias versiones, se
localiza en el tramo donde desemboca
el río, o sea, en la cola de la presa.
Más aún, numerosas personas
afirman haberlo visto tomando el sol,
afuera del agua en dicho lugar. También
lo han visto nadando en las aguas
muy cerca de la península que forma
parte del parque recreativo Presa El
Estribón, actualmente concurrido por
visitantes de fuera, de los alrededores
y habitantes de la ciudad.
He oído decir a numerosas personas
que el ‘chan’ existe en la presa porque
el señor J. Jesús González Gallo, al
construir la presa aventó una pequeña
serpiente al agua para que la presa no
se secara. Según eso, metiendo una
serpiente a la presa, es una manera de
evitar que ésta se seque.
Aunque existe otra versión, dicen
que el presidente municipal en funciones
durante aquella época, mandó
construir la presa “El Estribón”, la cual
al momento de terminarla obviamente
no tenía agua, pues en aquel tiempo
en Yahualica había severas sequías y
no se podía llenar, así que el alcalde
llamó a un brujo mejor conocido en la
región como “chamán”, quien mediante
sus embrujos iba a hacer que lloviera.
El brujo le dijo al presidente que le
cobraría 50 monedas de oro por hacer
“su trabajo” y el presidente aceptó.
Lo que el brujo no sabía, era que
el pueblo no tenía dinero y que no le
pagarían.
El brujo acudió a la presa para
realizar su embrujo, y lanzó una
serpiente para que comenzara a llover.
Al momento que el “chamán” inició con
el ritual del hechizo, comenzó a llover y
a llenar de agua la presa.
Al terminar el “chamán” le pidió sus
monedas al presidente, y él le dijo que
no le podían pagar porque no tenían el
dinero.
El “chamán” se molestó mucho y
comenzó a decir una maldición en la
presa.
Hizo que la serpiente creciera,
entonces le pusieron por nombre
“chan” y ésta, por varias razones, se
comería a todos los niños y adultos que
estuvieron allí.
Muchas personas afirman que por
cada niño o persona que se comía, al
“chan” le crecía una cabeza; a los niños
se los comía cuando lloraban, y a los
adultos, cuando éstos entraban a la
presa.
Durante un tiempo se decía que
los niños lloraban cuando
comienza a caer lluvia y eso
molestaba al “chan” y por
eso los comía.
Las familias, por el miedo
de que el “chan” se comiera
a sus hijos, los metían en
vitrinas de cristal para que si
alguno lloraba no los pudiera
escuchar ese animal con
forma de serpiente.
Muchas personas
consideran que lo del “chan”
sólo es un recurso o mentira para
asustar a los niños, pues decían que si
lloraban se los comería.
Sin embargo, otras personas
aseguran, haberlo visto varias veces
salir a la mitad de la presa y dicen que
es como una serpiente gigante con
muchas cabezas.
También hay versiones que
aseguran haber visto a personas entrar
a pescar a la presa y no volvían a
verlos salir; son muchos los que han
intentado matar al “chan”, pero ninguno
tuvo éxito.
Igual se dice que cuando la presa
pierde agua, es porque el “chan” saldrá
a buscar alimento (personas) para
obtener fuerza y atraer más agua a la
presa.
Otras personas cuentan que un
sacerdote que vivía en Yahualica
llamado Severito, rompió el hechizo y
gracias a él, el “chan” ya no volvió a
comer niños, ni a los adultos.
Pero, se afirma que todavía esa
serpiente sigue habitando en ese
lugar...
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