Por Alfonso Gutiérrez
Pedro estaba en la cama muy atemorizado, no permitía
que su familia saliera de su casa, temía que su esposa y
sus hijos se enfermeran habia oido de algunas personas
que se habian enfermado y muerto a causa de un virus
que estaba rondando en aquella región. El ambiente de la
familia era muy tenso. Los niños estaban muy nerviosos
y peleaban a cada rato, querían salir a jugar, su esposa
mantenía más la serenidad ante el problema, sin embargo
no podia soportar por mucho tiempo ese estado de
angustia y temor que provocaba su marido.
¿Oye Pedro, no crees que estas exagerando con
las medidas que estas tomando frente a este problema,
actuas como si la muerte estuviera tocando a nuestra
puerta las 24 horas, estas paralizado, como si un un
fantasma te persiguiera, ¿no crees que eso te enferma
más?, capaz que si continuas así, si no mueres del virus,
morirás de miedo. Veme a a mí –continúo diciendo Elenahe
conservado la calma y hasta hoy no me he sentido mal,
además estás inyectándole mucho miedo a los niños y eso
no es sano. Tu sabes que esto va a pasar y que los virus
matan más a los miedosos porque se bajan mucho las
defensas, así que de hoy en adelante por favor mantén
más la ecuanimidad”.
Pedro se quedó pensando lo que habia dicho Elena ,
sin embargo no estaba plenamente convencido y le habló
a un amigo psiquiatra, para cerciorarse quien estaba en
la razón, ”¿Hola Sebastián, como te encuentas? –dijo
Pedro? ¿Podrías atenderme un momento?”
“Con gusto dijo el psiquiatra, ¿Que te
sucede? “Nada y si-dijo Pedro- fíjate que
estoy en un dilema, estoy muy asustado por
el tema del virus que anda rondando por esta
zona y me dice Elena que estoy exagerando
y que pueda enfermarme, ¿Tu que dices ?”
Sebastían ya estaba acostumbrando a ese
tipo de preguntas, era un hecho que todos
los pacientes y amigos le preguntaban lo
mismo, el consideraba que era un hecho
que el problema existía pero que podían
tener peores consecuencias los miedos
que causaba en las percepción de las
personas,parecía más una enfermedad del
miedo que del virus y esto no podía seguir
así.
“Pues así es mi querido Pedro, dijo
Sebastián- lo que te voy a comentar es muy sencillo,
tus miedos son más que infundados sobre todo en la
proporción que los tienes. Las enfermedades virales llegan
a quienes tienen su aparato inmunológico más débil, y este
puede caer tan bajo como sean nuestros pensamientos
y creencias, en todo momento hay que tener emociones
que nos generen energía,.Animo y esperanza, como te
repito tu puedes provocar que el virus llegue a tí o que
te mantengas sano, pero con esos miedos obsesivos que
tienes puedas dar condiciones a la enfermedad, tenemos
billones de celeulas y lo que les des de comer con tus
emociones y creencias es lo que te van a devolver, por
favor manten los cuidades normales, pero creème que
nada te va a suceder si mantienes una actitud positiva,
la mayoría de los casos que yo conozco , han sufrido
situaciones de mucho estrés o son persona de mayor
edad que responden más difícilmente a los desafíos . Se
que no lo vas a creer del todo, pero asi sucede como te lo
platico, es tu decision, los miedos- se ha dicho siempreno
suceden en el 90 % de los casos, uno mismo se
enferma-terminó diciendo el médico-psiquiatra” . “Creo
–dijo Pedro- que has resuelto muchas de mis dudas, te
agradezco, necesitaba saberlo de alguien con autoridad
como tú, te prometo hacer el esfuerzo de conservar mis
pensamientos de manera positiva, pero crème que me ha
costado aceptarlo, muchas gracias”.
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