Por: Cesar Sánchez Tudon
“El árbol llena la función de proteger la salud del
ser humano, ya que sin él, seguramente hubiéramos
desaparecido, pues además de purificar el ambiente,
atraer la lluvia, regular el medio caluroso y conservar la
humedad, haciendo posible la existencia de ríos, arroyos,
lagunas y mantos de agua que pueden extraerse con
bombas, su misión es dar vida a la tierra, al reino animal y
al mineral”. José Ch. Ramírez
En cierta ocasión mi padre, que era obrero
cooperativismo del ingenio Mante, llego con una caja
llena de sabrosos y exquisitos mangos de esos llamados
manila; cómanselos – dijo – pero guárdenme las semillas.
Nos contó que en la “Puerta” del Ingenio habían
repartido este fruto y le recomendaron que después
de comerlo regresaran las semillas. En mi casa, así lo
hicimos, regresamos las semillas de mango y personal
del Ingenio se encargó de llevarlas al vivero del campo
experimental, al cabo de unos meses, mi padre llego con
una caja llena de plantas de mango para sembrar en el
patio de nuestra casa de la Colonia Obrera.
Sembramos las plantas y los árboles crecieron, y
hasta hoy disfrutamos de este maravilloso fruto que es
el mango manila y de otras variedades, fruta que en el
mercado alcanzan altas precios.
Aquí en la colonia muchas veces los vecinos las
desperdician pudiendo aprovecharla fileteándolo y
congelándolo y así tener fruta todo el año.
Me contaba un gran amigo cooperativista también,
Don José Mendoza, que cuando el llegó a trabajar al
Ingenio cuando recién operaba (1933), aquí en el Mante
que entonces se llamaba Villa Juárez, no había árboles,
era una tierra llena de chaparrales y de huizaches, la
vegetación solo se daba en la orilla del rio y muy escasa,
pero llego a esta región un hombre de visión y amoroso de
la naturaleza como fue Don José Ch. Ramírez, por él, esta
región tiene árboles, pues se dio a la tarea de reforestar
plantando miles de árboles y aparte mando traer especies
de animales como, pájaros, venados, conejos, codornices
y muchas otras especies para enriquecer la fauna local.
Solo por avión, regó 6 toneladas de semillas de
árboles y 2 y media toneladas de sorgo, lo primero para
complementar la escasa vegetación de las montañas y lo
segundo para asegurar que los pájaros, venados y otras
especies tuvieran la alimentación asegurada, las plantas
de plátano que aquí hay fue gracias a Don José que
sembró muchos árboles frutales pensando que un futuro
la gente de aquí se alimentaria.
Se libertaron además 300 pájaros, cardenales,
cenzontles, calandrias, primaveras, clarines con el
objeto de su reproducción y que alegraran con sus trino
el ambiente como hasta hoy, aunque algunas de estas
especies ya no existe, pues el hombre depredador las
capturo y acabo con ellos, ya es raro ver un cardenal y
un clarín.
Aquí en el Mante Don José Ch. Ramírez Gerente del
Ingenio dio a libertad a palomas javanesas, tucanes,
gorriones pecho amarillo, cotorritas cantarinas, fincho
javaneses y hasta faisanes de hermosos colores fueron
libertados en la sierra.
De los árboles, se da cuenta que fueron sembrados
7 millones 362 mil 704 entre poma rosas, acacias
flamboyán, eucaliptos, orejón, sauz, palo de rosa, mango,
aguacate, pagua, guayabo, casuarina, cedro, almendro,
guajillo y una lista enorme de variedad de árboles.
El informe de Antonio López, uno de los comisionados
de esta tarea reporta que aquí en Mante se sembraron
105 árboles de marañón, (no da el sitio donde se ubican)
esta especie es tan apreciada pues su fruto es lo que
conocemos como “nuez de la india” y registra también
que fueron sembrados más de 600 mil palos de rosa.
Esos hermosos árboles que en cada primavera visten de
gala al Mante con sus flores espectaculares.
La labor de Don José Ch. Ramírez, no paso de
desapercibida, en la Ciudad de México en una convención
nacional del Club de Leones se le otorgó una medalla de
oro y un pergamino de reconocimiento por tan magnifica
labor desarrollada en pro del medio ambiente. Merecía
más, pero que más honor para este gran hombre que
el recuerdo cariñoso del pueblo del Mante por su gran
herencia.
Supongo que no han escuchado de las especies exóticas invasoras (EEI). Varias de estás especies que mencionan causan verdaderos desastres ecológicos, y la traslocación de fauna y flora no nativa para llenar de animales y plantas, sólo para "enriquecer" el ambiente, no es precisamente algo para aplaudir. Las EEI causan extinciones, desapariciones locales de especies nativas, entre muchos otros días ecológicos.
ResponderBorrarHola Soy Francisco Mendoza de casualidad sembro árboles de los llamados Mantes, porque ahi no habia y los que conozco solo los veo en jardines y patios. Ese arbol es originario de Campeche y hay otro el Ramon que probablemente hayan traido los mayas en tiempos prehispanicos este no lo tengo registrado como local. gracias pacomendoza_8@hotmail.com.
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