Por José Alvarado Montes.
San Juan es una localidad de la región de nuestro estado,
de la que se puede contar mucho de su Historia, y en los
últimos días se ha hecho un gran esfuerzo por descifrarla
y conocer su desarrollo antes de los conquistadores en el
tiempo de la Colonia, de la Independencia y hasta nuestros
días, he aquí una parte de ella.
Desde los primeros tiempos en este lugar el trigo se
cultivó en una escala reducida, los habitantes de aquellos
tiempos, horneaban su propio pan. Después de 1666 en
la feria se comerciaba pan traído de diferentes partes
principalmente de Michoacán y lo transportaban en
huacales y para su conservación lo envolvían en hojas de
plantas de aquellas tierras.
Cuando aquí la cosecha de trigo era buena la llevaban
a moler a los molinos de Lagos o León. En 1838 el Alcalde
Don Benigno Romo censo a los artesanos de la población
entre ellos se contaron a 21 panaderos, cuando se dio
la Intervención Francesa una parte del ejercito acampo
aquí en San Juan, sus cocineros elaboraban un pan que
hasta la fecha le nombran pan francés, cuando la harina
se encarecía el pan de trigo estaba lejos del alcance de la
gente pobre y elaboraban con masa de maíz las llamadas
gordas de fogón, otras hechas con maíz tierno hasta
nuestros días les llaman gorditas de horno.
A finales del siglo XIX solo había cuatro amasijos
como se les llamaba a los lugares de trabajo, uno era el
de Cirilo, que elaboraba pan económico que consumía la
gente pobretona y los rancheros, el de Don Pascasio y el
de Telesforo eran para la gente de clase media y lo vendían
muy temprano, Don Cirilo Flores horneaba su pan por la
tarde para la gente rica y los Capellanes del Santuario.
Tiempos después las panaderías estaban en manos
de los maestros Fito Macías, Telesforo Muñoz, Don Juan
Padilla, los trabajadores de unos y otros eran Don Policarpo,
Don José el enano, El Pirujas, Chano el Morrongo, Pedro
el Terrones, en la década de los treinta del siglo XX el
costal de harina costaba 13 pesos, una lata de manteca
15 pesos y se vendían 7 piezas de pan por 10 centavos,
los panaderos trabajaban dos turnos, el primero de 6 de
la mañana a 5 de la tarde y de 9 de la noche a las 5 de la
mañana .
De los años 40 en adelante los panaderos más
conocidos fueron los de La Barca, Don Leandro Castañeda
y sus hijos Juan y Nicolás, Doña Ramona y sus hijos Jesús,
Pedro y Reinaldo Gutiérrez, las panaderías de Don José
Ornelas, Antonio Jiménez, la de Don José el Tacuache
y sus hijos: Pablo y la Coneja, sus operarios, Antonio y
Pantaleón Hernández, otros fueron Don Eulalio Villalobos,
Juan Menina, Ignacio Temblador, Don José El Boleto,
Ángel Palos, Maurilio el Garrafón, su hermano Marcelino,
Don José el Chivirrin , Don Zacarías Ortega y sus hijos,
recuerdo y conocí igualmente a Cuco Guillen, Jesús Romo
El Pichitas que horneaba un pan fino, a Ismael Jiménez
Melos, que hornea el pan blanco para las tortas tan
populares.
Hay sin duda muchos panaderos más, hijos y nietos de
los aquí nombrados, en la forma tradicional sigue trabajando
Beto Gutiérrez y sus hijos y con técnica mecanizada la
Panadería las Palomas.
Ya muy lejos solo en el recuerdo han quedado aquellos
hombres que la picardía popular les compuso los siguientes
versos.
¿Qué quieres pirujas aquí tan de mañana?
Vengo a que me des pa comprar la mariguana.
Estaban sentados al borde dela Nueva Pila
Fumando mariguana y tomando tequila,
A los panaderos de San Juan cuando se ponen grifos
Se les quema el pan, oyen campanitas din, don, dan.
Yo cuando me voy, nunca doy la mano,
Adiós Pedro Pacheco y José el enano’
Hay mucho que agradecer, a este sector de la sociedad.
LOS PANADEROS DE SAN JUAN.
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