Hace tres décadas, salió a luz esta
revista Presencia Alteña entre sus
primeros colaboradores hubo uno del
cual no recuerdo su nombre, pero su
trabajo si, el cual se refería a la música,
los compositores y cantantes de todo
género, era conocedor de lo que escribía
y sus artículos siempre fueron de mi
interés. Desde niño fui afecto a la lectura
de libros revistas y periódicos, entre sus
columnistas recuerdo a Jim Boch. P.
Peluzza y a Catón del que mucho tiempo
después conocí su nombre Armando
Fuentes Aguirre al que actualmente sigo
leyendo y en uno de sus artículos se
refiere al fallecimiento de Oscar Chávez.
Oscar Chávez Fernández nació en
1935 y fallece en los primeros días del
mes de mayo del 2020, fue cantante,
compositor, e incursiono en el cine, Él fue
con su actuar un personaje emblemático
de la Cultura mexicana, que marca con
su muerte el fin de un trozo de una
historia critica a veces dolida y a veces
festiva, siempre fue creativo y tenaz
con su voz, una guitarra, una existencia
donde canto independiente y adquirió su
estilo.
La denominada música de protesta,
en sus principios era prohibida por
las disqueras y radiodifusoras era
más conocida en los llamados cafés
cantantes de mínima y simbólica
asistencia. Corrían tiempos difíciles en
1968 para la juventud Universitaria.
Oscar Chávez con su canción de
protesta hace una parodia del México
decadente que El sintió:
Se vende mi país por todos lados
Las tripas, el corazón y sus costados
Se vende mi país con toda su gente
Se vende la palabra independiente.
El compuso canciones y corridos
que hablan de la corrupción que ha
campeado desde siempre y tienen una
marcada predilección por la tragedia que
entre pesares y música van relatando la
triste historia de un pueblo oprimido que
tiene que ofrendar su sangre a cambio
de su libertad.
José Otón poeta de gran sensibilidad
escribió un poema nostálgico dedicado
a su morada y lo nombro LA CASITA y
al ser conocido por el músico capitalino
Felipe Llera lo musicalizÓ y como
canción alcanzo un gran éxito, el tiempo
siguió su marcha.
En el ambiente periodístico, con
un estilo de escribir aparece alguien
con el seudónimo CATON el sensor
cuyos trabajos son publicados a nivel
nacional, el con su creatividad y valor
que da la juventud y conocedor del
enriquecimiento emanada de la gente
de la revolución hace una parodia con la
canción y música de LA CASITA:
Que de donde amigo vengo
De una casita que tengo
Allá en el Pedregal
En una casita chiquita
Con frontón, alberquita y calefacción central
Ver en el garaje tu puedes donde
Caben tres MERCEDES cuatro MUSTANG y un JAGUAR
Y en el piso que está encima hay gimnasio, ring y esgrima
Y salón para bailar.
Me dirás muy asombrado que de donde
Habré sacado, coche, dinero y mansión
A las claras te lo dice este letrero que hice
VIVA LA REVOLUCION.
Si tú quieres al momento, casa,vestido y sustento
Y una vida cual no hay dos
Ya no seas reaccionario hazte revolucionario
Y que te bendiga Dios.
El mismo Catón cuenta que tiempo
después de publicada en su columna LA
CASITA recibe una llamada de Oscar
Chávez en la que le dice que su parodia
le había encantado y le pedía permiso
para grabarla y aumentarle algunos
versos dándole todo el crédito a Él lo
que así se hizo el resultado fue todo
un éxito que al fin y al cabo siempre ha
existido en el pueblo un resentimiento
con sus gobernantes. OSCAR tuvo
éxito en su composiciones y la de otros
compositores por su calidad poética,
grabo discos de música tradicional
mexicana, hizo dueto con la bella voz
de TEHUA y otros cantantes famosos,
pocos artistas han cantado tanto y tantas
canciones sin renunciar a su propio
estilo y estar vigentes por tanto tiempo
como OSCAR CHAVEZ.
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