Por José Alvaro Montes
Trabajar es una verdad inevitable
y es que hay que trabajar para vivir,
y a esto hay que ponerle nobleza y
honestidad, ahora que tenemos vida,
ya que el tiempo no es solo que vivimos
como tal, debemos ampliar nuestra
mirada y nuestra mente a otros tiempos
y espacios para encontrar algo de
nosotros que desconocíamos que
nos ayudara a mejor el transcurso de
nuestra vida, trabajo para conocer los
hechos y las gentes que le han dado
vida a la historia de mi pueblo, tomando
la tradición oral como fuente principal,
con menudos apuntes que quizás
sirven de pista a futuros interesados a
este tema.
El sanjuanéense José
Guadalupe de Anda en 1937
publicó una de sus novelas
sobre el conflicto armado de
los cristeros la que título La
Guerra Santa en los Altos, en
la que describe con maestría
a sus protagonistas porque
los conocía a fondo, algunos
se levantaron en armas por
temor a que les quitaran sus
tierras como sucedió en 1883
cuando el Presidente Porfirio
Díaz impulso las leyes del
registro de propiedad, la cual permitió
a cualquier persona rica o de gobierno
reclamar terrenos cuya posesión
no presentara títulos o registros de
ella, antes de eso, no era costumbre
registrar los títulos de propiedad,
quedando afectados por esa ley, todo
el territorio de la Nación.
Cuando una persona poseía
ranchos y tierras que habían ocupado
sus abuelos, bisabuelos que la familia
había ocupado por generaciones, se
consideraba que esos terrenos eran
propios reconocidos por sus vecinos
y autoridades, hasta que llegó Díaz
al gobierno y nos mando difundir esta
ley para proteger a los terratenientes
ni se auxilió a nadie en el registro de
propiedades y así la maquinaria del
gobierno encabezada por el suegro de
Díaz y El mismo escogieron en toda la
república las tierras que quisieron y se
efectúa el gran despojo y la matanza
de la gente que se defendió de este
robo, fue espantoso.
Los Cristeros no eran malos ni
buenos, si no victimas de su ignorancia,
De Anda juzgó con cierta simpatía al
gobierno, critico a los Canónigos y a
los obispos que los sacrificaron a los
intereses de los ricos. La lectura de
su novela fue prohibida por El Obispo
Orozco y Jiménez.
A principios del año 1930 aparece
una organización secreta llamada LOS
LEGIONARIOS organizada por Manuel
Romo de Alba (alias el ingeniero )
originario de San Juan
de Los Lagos, fue
colaborador de Anacleto
González Flores, se
buscaba que el ejidatario
fuera el efectivo dueño
de la tierra, defendían a
los obreros y planeaban
derrocar al gobierno por
medio de un Golpe de
Estado, trasladó su cuartel
a la Capital de país, entró
en contacto con el jesuita
Carlos H. Heredia, quien
le presentó a otro miembro
de su compañía Eduardo Iglesias, este
le dio largas a sus planes de golpe
de estado. Con esto decayó el ánimo
de los Legionarios, Iglesias apoyo al
movimiento del SINARQUISMO para
unificar a los católicos, Manuel Romo
de Alba escribió un libro autobiográfico
titulado El Gobernador de las Estrellas.
Vicente Lombardo Toledano lo calificó
como el enemigo público número uno
de México.
San Juan año 1669. Hacia solo 46
años del llamado primer Milagro de la
Virgen, un historiador escribió: Estando
esta señora en este lugar tan incómodo
que ni un hospedaje puede tener con
tanta falta de bastimento y de lo más
necesario, viene gente con todas estas
incomodidades de México, Puebla, San
Luis Potosí, Zacatecas, Guanajuato,
Guadalajara, Sombrerete y de todas
las demás partes de la Nueva España
y la Nueva Galicia sin que los atraiga
otro motivo que la devoción a esta
Sagrada Imagen, sin reparar en las
incomodidades del lugar, viniendo
muchas leguas a pie y algunas veces
descalzos, en tanta cantidad y tan
atropas que viéndolas bajar por las
lomas y cerros que rodean este Santo
Lugar parece que se han despoblado
las ciudades.
Recuerdo que de niño oía a las
mamas arrullando a sus pequeños
con una canción de cuna que nunca
más he escuchado, ni he tenido
conocimiento, de a que le llamaban o
era un TORONGIL, la canción decía
así:
Este niño lindo
Se quiere dormir,
Tiéndanle su cama
En el TORONGIL
TORONGIL de plata
Torre de marfil
Este niño lindo
Ya se va a dormir.
RECUERDO DE TIEMPOS VIEJOS EN LA HISTORIA DE SAN JUAN
No hay comentarios.:
Publicar un comentario