5. FAMILIA TRÁGICA
El Benemérito de las Américas tuvo una brillante carrera
profesional que lo llevó a ser presidente, gobernador, ministro de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, secretario de Gobernación,
senador, regidor, diputado federal y diputado local. Pero en lo familiar,
Juárez tuvo una historia familiar trágica.
Juárez quedó huérfano a los 3 años y posterior a la muerte de sus
abuelos se quedó con su tío Bernardino, quien le enseñó a hablar un
poco de español, ya que solo hablaba zapoteco.
A los 12 años, Benito Juárez llegó procedente del pueblo zapoteco
San Pablo Guelatao a la ciudad de Oaxaca, donde fue cobijado por
Antonio Maza, su futuro suegro.
Unos 23 años después, el 31 de octubre de 1843, contrajo
matrimonio con Margarita Maza Parada, a quien le llevaba una
diferencia de edad 20 años, pues él tenía 37 y ella 17.
Con Margarita Maza tuvo 12 hijos, tres hombres y nueve mujeres,
pero cinco murieron a temprana edad. Los varones llevaron como
nombre Benito Luis Narciso, José María (quien murió a los ocho
años) y Antonio (quien falleció cuando tenía un año).
Sus hijas fueron Manuela, Margarita, María Felícitas Teodora,
María Guadalupe (quien murió a los dos años), Soledad, Amada,
María de Jesús, Josefa y Jerónima Francisca (quien también falleció
a temprana edad).
Aparte de los hijos procreados con Margarita Maza, Benito Juárez
tuvo una compañera previamente, Juana Rosa Chagoya, con quien
procreó dos hijos: Tereso y Susana.
Se cree que el apellido Juárez se perdió en la segunda línea
descendente, actualmente sólo le sobrevive su sobrina tataranieta
en sexta generación, Margarita García Juárez.
6. EXILIO EN NUEVA ORLEANS
Benito Juárez García vivió en Estados Unidos, pero no por
voluntad propia sino porque fue exiliado en 1853 por el entonces
presidente Antonio López de Santa Anna.
En su peregrinar, Juárez estuvo prisionero en la ciudad de
Xalapa; más tarde fue encarcelado en el Fuerte de San Juan de
Ulúa; posteriormente, viajó a La Habana para de ahí trasladarse a
Nueva Orleans en Estados Unidos.
“Durante su estancia en esa ciudad sufrió muchas privaciones;
pero también hizo amistad con otros liberales como José María Mata,
Melchor Ocampo, José Guadalupe Montenegro y Ponciano Arriaga,
con quienes organizó una junta revolucionaria”, detalla el sitio oficial
del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Para poder sobrevivir, tanto Juárez como Mata prestaron sus
servicios en una fábrica donde enrollaban puros y cigarros. Cuando
supieron de la revolución de Ayutla, que encabezaban el viejo
insurgente Juan Álvarez y el político moderado Ignacio Comonfort,
decidieron retornar a México.
7. EL OTRO JUÁREZ
De tal palo, ¿tal astilla? No en el caso de Benito Juárez, pues
el único hijo varón sobreviviente del matrimonio Juárez Maza,
Benito Luis Narciso Juárez Maza, vivía de las apariencias, no era
bueno para los negocios, no fue buen político ni tampoco fue buen
gobernador de Oaxaca, de acuerdo con sus biógrafos.
Peter Henderson, uno de los biógrafos del hijo del Benemérito de
las Américas, escribió que “carecía del talento necesario para llegar
a ser un líder político importante”.
Benito Juárez Maza fue gobernador por 7 meses en 1911, pero
murió en el cargo a causa de un paro cardiaco; es considerado el
primer gobernador oaxaqueño de la Revolución Mexicana
Su labor “más destacable” fue sofocar el levantamiento del
cacique juchitecto José F. Gómez, quién se levantó en armas contra
Benito Juárez, de acuerdo con el Congreso de Oaxaca.
8. BENEMÉRITO
No cualquiera es nombrado personaje digno de un galardón
en otro país, pero eso le pasó a Benito Juárez al recibir el título de
Benemérito (que significa digno de galardón) por Colombia y por
República Dominicana.
La primera ocasión que Juárez recibió esta distinción fue a
consecuencia de un decreto promulgado el 1 de mayo de 1867
por el Congreso Nacional de Colombia, que declaró al entonces
presidente mexicano “digno del merecimiento del bien de América
por la abnegación y la incontrastable perseverancia desplegada en
la defensa de la independencia y libertad de su patria”.
Unos diez días después, el 11 de mayo de 1867, el Congreso
de República Dominicana reconoció a Juárez por su defensa de
México ante las tropas francesas, una “causa idéntica” a la de Santo
Domingo, capital dominicana, contra el imperio español.
“Las acciones del presidente Juárez servirán como ejemplo a las
demás repúblicas hermanas que quisiesen mostrar su simpatía por
la causa de la libertad de México, a la que no dudaba debía seguirse
la de toda la América, de uno a otro extremo”, dijo en su momento el
legislador dominicano Antonio Delfín Madrigal.
9. FRASE MÁS FAMOSA
Benito Juárez es reconocido como el padre del liberalismo
mexicano y el gran impulsor de las Leyes de Reforma, que separaron
a la Iglesia del Estado, la antesala de las instituciones civiles actuales.
Su frase más famosa, “entre los individuos, como entre las
naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”, la escribió el 15 de
julio de 1867, cuatro años después de que comenzara la lucha contra
la intervención francesa y el Imperio de Maximiliano.
La frase de Benito Juárez quedó inmortalizada con letras de oro
en el muro de honor del pleno de la Cámara de Diputados.
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