Si el desarrollo socioeconómico es la
meta, la expansión de la manufactura es
un requisito previo, y para ello se deberán
establecer los incentivos y condiciones
adecuados, considera Adrián Duhalt.
(Expansión) - El progreso de México
durante las últimas décadas no ha
logrado cerrar la brecha socioeconómica
entre los estados del centro/norte y sur/
sureste. El rezago en regiones como la
del Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca
y Veracruz, demuestra que, a pesar de
las iniciativas por parte de gobiernos
anteriores, no es cosa fácil reducir
desigualdad subnacional.
Quizá por ello el sur del país es una
de las prioridades en la agenda del
presidente López Obrador, quien, a través
del Corredor Interoceánico (CI), una de
las propuestas de desarrollo regional
más importantes de su gobierno, busca
atender los apremiantes problemas
socioeconómicos de los municipios del
Istmo, 33 en el estado de Veracruz y 46
del lado de Oaxaca.
Dada la posición geográfica del Istmo
de Tehuantepec, región que conecta las
actividades económicas del sur/sureste
del país con los consumidores en los
estados del centro/norte y que además
representa la distancia más corta
entre el Golfo de México y el Océano
Pacifico y que alberga un aparato
industrial importante (dos refinerías,
plantas petroquímicas, generación de
electricidad), no sorprende que López
Obrador pretenda anclar el éxito de
su iniciativa a la modernización de la
infraestructura logística y al desarrollo
de la base industrial.
Lo anterior implica invertir en los
puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz
y el tren del Istmo (en el tramo de Medias
Aguas en Veracruz a Salina Cruz en
Oaxaca), así como en la creación de 10
parques industriales. Estamos entonces
frente a una plataforma logística
multimodal que contribuiría a potenciar
las capacidades productivas de la región.
En papel suena bien, pero la realidad
está plagada de retos propios del
rezago regional. Mientras se reportan
avances en materia logística, la tarea
más complicada será erigir
los parques industriales.
Y es que, si el desarrollo
socioeconómico es la
meta, la expansión de la
manufactura es un requisito
previo, y para ello se deberán
establecer los incentivos y
condiciones adecuados.
López Obrador ha
sugerido un régimen de
impuestos preferencial,
pero éste difícilmente
será suficiente para atraer
inversionistas si las áreas donde se
ubicarían los parques industriales no
cuentan con servicios básicos como
acceso a agua, electricidad, conectividad
terrestre (con la carretera transístmica
y/o tren) y gas natural. El gobierno
reconoce esto y tiene el plan de proveer
a dichas áreas con servicios de última
milla.
El futuro del amoniaco es verde
Sin embargo, es lógico anticipar
que lo anterior tomará tiempo y
recursos. Por ejemplo, para garantizar
el abastecimiento de gas natural habrá
primero que resolver cómo tener acceso
al gas natural importado. Mientras tanto,
el gobierno ha puesto su atención en
otro reto que es igual de transcendental:
consultar a las comunidades indígenas.
A inicios de mayo se retomó el proceso
de consulta y, según reporta el mismo
gobierno, la respuesta fue favorable en el
caso de la comunidad zapoteca de Santa
María Mixtequilla, en Oaxaca. Pero ésta
es solo uno de los tantos grupos con los
cuales el gobierno tiene que entablar un
dialogo efectivo.
En una región tan diversa, desigual y
compleja como el Istmo de Tehuantepec,
si se quieren lograr los objetivos
marcados, se deben incorporar las
inquietudes e intereses de dichas
comunidades. En toda esta discusión,
hay quienes podrán estar a favor o en
contra de lo que implica el Corredor
Interoceánico, pero si en algo no hay
lugar a diferencias es en reconocer el
atraso social y económico que padece la
región.
Veracruz y Oaxaca son los estados
donde más creció la pobreza entre el
2008 y 2018, según estimaciones del
CONEVAL. El ingreso por persona
representa entre 20% y 40% de lo que
reportan entidades como Nuevo León o
la Ciudad de México. La informalidad en
Oaxaca alcanza al 72% de la población
y en Veracruz al 61%, valores muy por
encima del promedio nacional.
¿Por qué es importante el etano?
De los 79 municipios que contempla
el CI, 74 registran un Índice de Desarrollo
Humano menor al promedio nacional.
Y en cuanto a años de escolaridad,
ambos están entre los cinco estados con
registros más bajos.
Todo parece indicar que estos
números son razón suficiente para que el
Istmo de Tehuantepec tenga la atención
de López Obrador. No obstante, hay
que señalar que la modernización de
la plataforma logística y el aumento de
las capacidades productivas requieren
el acompañamiento de un espectro más
amplio de políticas, tanto locales como
federales, para cumplir su cometido.
En la ausencia de éstas, el riesgo es
que la brecha social y económica entre
los municipios del Istmo de Tehuantepec
y el centro/norte del país persista e
incluso se profundice.
Nota del editor: Adrián Duhalt es
investigador posdoctoral en temas
de energía en el Instituto Baker de la
Universidad de Rice. Síguelo en Twitter
como @AdrianDuhalt y en LinkedIn . Las
opiniones publicadas en esta columna
pertenecen exclusivamente al autor.
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