¿Si yo te dijera que eres perfecto qué me contestarías?
Seguramente y después de pensarlo durante unos
segundos me dirías que no, que no lo eres, porque no te
consideras ni el más guapo, ni con el mejor cuerpo, ni el más
inteligente, ni el más popular, tampoco has destacado en
ningún deporte, ni has triunfado a nivel profesional…
Posiblemente ese modelo de perfección que la sociedad
se ha encargado de transmitirte y que tú has interiorizado
quede muy lejos de lo que sientes que eres en la actualidad.
Sin embargo, la perfección no tiene nada que ver con todo
eso.
Nos han educado con una visión muy individualista y muy
materialista del mundo, que da más prioridad al tener que al
ser.
Nos han engañado deliberadamente, con premeditación y
alevosía.
La gran mayoría hemos estado equivocados durante
mucho tiempo buscando la perfección fuera de nosotros, en
un lugar donde nunca la íbamos a encontrar.
La perfección no debemos buscarla en nuestro aspecto
físico, en lo que hacemos o en lo que tenemos, si bien es
bueno cuidarnos y vernos lo mejor posible, tratar de estar bien
en todos los aspectos, depende más de la intención con que
lo hagas.
Nos han enseñado que si queremos ser algo en la vida
tenemos que competir, ser mejor que los demás, llegar más
lejos ya sea a nivel laboral como personal.
En esa línea dedicamos parte de nuestra vida a perseguir
metas mundanas y por supuesto temporales.
Nos esforzamos por tener un trabajo que nos dé mucho
dinero o prestigio social, que nos permita comprar una gran
casa, un coche último modelo, viajar a lugares que están de
moda y esta bien, pero depende del porqué lo quieras hacer.
Pasamos horas y horas en el gimnasio, hacemos dietas
imposibles y nos empeñamos en resultar atractivos a toda
costa.
Todo para alimentar un ego hambriento de reconocimiento
y aprobación, un ego que se siente imperfecto y carente de
amor, y no por salud, para vernos y estar bien físicamente.
PERO ESE ES TU EGO, NO TÚ.
TÚ ERES PERFECTO.
Somos perfectos porque estamos hechos a imagen
y semejanza de Dios (entendiendo a Dios como energía
inteligente, mente creadora, Universo, conciencia pura…).
Somos perfectos, SI , has leído bien, perfectos y no
necesitamos nada más que ser conscientes de ello para
liberarnos de nuestra pequeñez, nuestros miedos, limitaciones
e inseguridades, para dejar atrás nuestras necesidades,
carencias, conflictos y todo el sufrimiento que hemos
acumulado tras años y años de sentirnos insignificantes e
incompletos.
Esa esencia perfecta que somos ha sido sepultada por
capas y más capas, formadas por pensamientos negativos,
juicios y creencias limitantes para con nosotros y para con los
demás.
Hemos olvidado el inmenso potencial que tenemos y
hemos dedicado tiempo y esfuerzo en creer que éramos
seres imperfectos que no valían nada.
Por ello desde este momento te propongo que dediques
un tiempo a descubrir quién eres en realidad y tu propósito en
este plano.
Que aprendas a observar con una mirada no contaminada
por todo aquello que te han dicho los demás, y que descubras
en tu interior el ser maravilloso que eres.
¿Qué te parece si empiezas a ver la perfección en todo lo
que te rodea y sobretodo en ti mismo..
Piénsalo.
PROTOCOLO Y BUENOS MODALES.
Dress code o código de vestimenta.
Son una serie de normas y pautas que identifican la manera
de vestir en determinadas ocasiones. Cada evento tiene su
propio dress code. En algunas ocasiones en la invitación o
anuncio de la presentación del evento o actividad ya viene
marcado y eso facilita la adaptación del un outfit coherente,
al evento.
En el ámbito empresarial, cada vez son más las
empresas que incluyen un dress code. Establecer un código
de vestimenta empresarial, no significa utilizar normas
anticuadas, aburridas o conservadoras…. Apertura, el motivo
es equilibrar, potenciar o fortalecer la imagen profesional de
los empleados a la filosofía de la empresa sin perder identidad
y reforzar la imagen corporativa.
Hay que entender que el dress code no es una imposición,
simplemente es una información que facilitar la adaptación de
un estilismo e imagen adecuada a la situación o a un evento.
Adaptarte a el, es una manera de respetar y agradecer que
te inviten a un evento, además que haces que este, tenga el
realce o importancia que los anfitriones ponen en el.
Respetalo por favor.
Por Verónica Mayorga Aldrete
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