El olvido tiene sabor a Muerte, la muerte es la misma, más se muere en diferentes formas, y esta es la que han encontrado
varias casas Coloniales
En nuestra ciudad, los pocos edificios que aún quedan, han sido por el tiempo maltratadas por todos, abandonados, como
si cumplieran una horrible condena y que no importa su belleza arquitectónica ni el servicio que prestan, más ahí siguen
de pie como testigo de sus tiempos viejos, y del presente esto parece ajeno a la ciudadanía que cierra ojos y oídos para su
restauración.
Alfredo R. Plascencia, humanista de gran pensamiento y poeta le otorgó voz a una de estas construcciones Virreinales.
Que lleva el alma de lo pasado
Entremos de penas mudos y sin calzado
Como tu amor desea.
Busquemos donde estuvieron las cosas viejas
Hurguemos en los escombros
Y echemos como podamos, sobre los hombros
Olvido, trabas, desmanes, odios y quejas.
Y una vez prevenidos
Siendo los dos iguales
Nadie maestro
Al astro dejemos todos que cante el astro.
Desmanes odios, trovas y quejas
Y empecemos. Pronto cojo esta calle
Párome ante la puerta de esta posada
De donde mi espalda en breve saldrá cargada
Con momias y con recuerdos de lo que halle.
Mesón de la Virgen pardo mesón caído
Que logra la mala incuria ceñir de olvido
Apure yo la congoja, que he sentido la queja extraña
Con que mi oído se queja entre los escombros la madre España
Tus altos muros de recia mampostería
Tus cóncavos capialzados, tus anchas puertas
Tus ventanas viejas y abiertas
Que el celo de un castellano castigaría.
Las oquedades que amaban los enrejados
La flor amarilla y triste de los gigantes
Que hoy crecen en los balcones abandonados
En donde antes dio el geranio botones ensangrentados.
Mesón de la Virgen pardo mesón caído.
En 1769 comenzó la construcción de este edificio por órdenes del Bachiller Vicente Ferrer de Cuellar, destinado a dar
alojo a los peregrinos que en tiempos de feria visitaban a la Virgen, pasa el tiempo en la Guerra, se aloja ahí el ejercito de
Calleja que va a combatir a las fuerzas de Hidalgo, luego la Guerra de Reforma, el edificio es expropiado por el gobierno
federal y sirve como cuartel del ejército. Pasan los años, La Revolución Mexicana, surgen conflictos políticos y económicos
y estalla la Revolución Cristera, en uno de los varios ataques a la ciudad, uno se concentra en el cuartel de ese mesón
en el que sale bastante dañado ya que en el explotaron varias bombas de mano. Al termino del conflicto queda semi
abandonado, luego intereses particulares tratan de comprarlo, los ciudadanos y la autoridad municipal lo impiden, negocian
con el gobierno Federal y lo compran y lo destinan para escuela de niñas compartiéndolo con un destacamento militar,
comienza su reconstrucción, se logra que el ejército lo abandone, la reconstrucción continua y en el sexenio presidencial de
López Mateos se reinaugura como se nombró al Principio Escuela Rita Pérez de Moreno.
El Poeta y Sacerdote Alfredo R. Plascencia dedica otros poemas a la ciudad y su imagen. Cuando Agustín Yáñez conoce
la historia y la calidad de su obra lo llama El Bardo del Dolor y de dolor se llena su ser al ver tan destruido EL MESON DE
LA VIRGEN.
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