El hombre sin rostro del crucero
Por Sonia Gutiérrez Hernández
Licenciatura en Contaduría, 2º semestre
Sucedió en el crucero que se localiza sobre la carretera Villa
Hidalgo-Teocaltiche, único acceso para entrar a la comunidad
de Tepusco, delegación que pertenece al municipio de Villa
Hidalgo.
Cuentan que desde hace más de dos siglos en este
crucero han ocurrido espantosos acontecimientos, que no
tienen una explicación lógica o clara respuesta, y por lo tanto,
no se ha logrado conocer la verdad, por eso las personas le
han denominado como leyenda.
Tales acontecimientos van desde apariciones de un ente
misterioso que asusta a las personas, asaltaba a los dueños de
carretas que pasaban por allí ya entrada la noche, pero lo más
reciente y que ha ocurrido en nuestra época, de gran impacto
y causado conmoción entre los habitantes de esta localidad,
son los accidentes automovilísticos que han cobrado las vidas
de varias personas y el susto de otras tantas.
Se comenta que al iniciar la media noche, se aparece
la silueta de un hombre muy alto, vestido de manera muy
elegante, con el rostro hundido por una negrura de la que sólo
sobresalen unos ojos ardientes como carbones al rojo vivo,
sin ninguna facción humana en su rostro.
La silueta se hace visible entre el crucero y la carretera
sin imaginar encontrarse con alguien (o algo así) a esa hora.
Las personas naturalmente se sobresaltan del terror, miedo
y la sorpresa que, en consecuencia, pierden el control de su
vehículo provocando choques o volcaduras que terminan en
la mayoría de los casos en accidentes fatales.
Personas de mayor edad, que han pasado toda su vida en
Tepusco son quienes afirman que esa silueta o ese “algo” es,
ni más ni menos, el mismísimo diablo y se les aparece a las
personas que han obrado mal en su vida; a quienes disfrutan
de la vida nocturna o se pierden en los juegos de azar, en las
apuestas; igual a quienes permanecen viciados en la bebida
y (dicen) también a las mujeres que se refugian en la negrura
de la noche para ocultar sus pecados. Bajo este criterio se
dice que el hombre sin rostro del crucero decide quién vive y
quién ha de morir. Las pocas personas afortunadas que lo han
visto y vivido la tenebrosa experiencia, afirman que es real
ese hombre (o silueta) del crucero.
Juan y su amigo Margarito son dos amigos cercanos, nos
cuentan que eran pasadas las 2:00 de la madrugada, iban
rumbo a su casa después de haber pasado toda la tarde y parte
de la noche apostando en peleas de gallos en un palenque de
Villa Hidalgo; ambos casados y padres de familia disfrutaban
mucho las fiestas y las apuestas; no les importaba dejar a
sus esposas en casa cuidando a sus respectivos hijos, ni los reproches
y corajes de
éstas impedían
que salieran a
divertirse.
Margarito
vivía en
Tepusco
y Juan en
Teocaltiche, ambos viajaban en el auto de Juan, éste siempre
iba a dejar en casa a su amigo, por eso tenía que girar en el
crucero y después entrar a Tepusco, Juan dice que ambos
iban muy tranquilos charlando sobre las apuestas que habían
ganado ese día, viajaban a una velocidad regular, a pesar
de que la carretera se encontraba desierta a esa hora; Juan
se disponía a poner las direccionales de su auto para girar
hacia el crucero, cuando vieron un bulto enorme a mitad de
la carretera; ambos se asustaron, pero no perdieron la calma,
pensaban que se podría tratar de una vaca que se había
escapado de algún potrero; pero no era así, cuanto más se
acercaban mayor era su sorpresa y miedo, pues lo que estaba
ante sus ojos y a mitad de la carretera no era un animal ni
nada parecido que hayan visto antes; se trataba del hombre
sin rostro, Juan dice que cuando reaccionó fue demasiado
tarde para haber dado vuelta al auto y echarse de regreso
al camino, vio con la claridad cómo era el hombre sin rostro,
alto, vestido con ropas muy elegantes, los miraba con sus
ojos ardientes, su mirada penetrante lograba horrorizar todo
su ser.
Juan y Margarito sintieron que se les fue el alma a los pies.
Sin más protección que les brindaban los vidrios del auto,
pasaron al lado del hombre sin rostro, tan rápido como fue
posible girando para entrar a la comunidad, Juan nos cuenta
que, de haber ido a mayor velocidad, no hubieran salido ilesos
para contarlo. Juan y Margarito no volvieron a regresar tarde a
sus respectivos hogares.
Hasta la fecha pocos cuentan su experiencia, pero nadie
ha logrado encontrar la verdad, tampoco se sabe por qué se
aparece en el crucero, sin embargo lo que sí es cierto, son
los accidentes que ocurren cada cierto tiempo durante altas
horas de la noche en ese lugar.
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NOTA. Hay quienes ven a la leyenda como resultado de hechos reales, a los que se agregan interpretaciones de enseñanzas válidas y hacen que la historia resulte más interesante. Pueden existir muchas versiones ligeramente diferentes de una misma leyenda porque su transmisión desde su origen ha sido oral.
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NOTA. Hay quienes ven a la leyenda como resultado de hechos reales, a los que se agregan interpretaciones de enseñanzas válidas y hacen que la historia resulte más interesante. Pueden existir muchas versiones ligeramente diferentes de una misma leyenda porque su transmisión desde su origen ha sido oral.
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