Tras un maravilloso sueño, hoy solo quiero:
Encontrar los rastros, las huellas de la vida en el cauce de este
río.
En el trinar fiel de las aves que regalan un jolgorio exuberante,
vestidas de lujo con multicolor plumaje...
¡
Cuando el agua canta:
Despavoridas huyen las penas.
Regalan dicha amorfa y cristalina.
Besa la Ribera vestida de verde.
Las oscuras rocas son apenas lamidas por avisas lenguas,
juguetonas, traviesas, con formato de burbujas:
Transparentes y redondas marchan como parte del pelotón que
emerge del centro de la tierra.
Es tan maravilloso que a ese líquido manto:
Bajan a retratarse las estrellas cuando el sol duerme.
Solitas se maquillan con la venia de la Luna, cosmetóloga única
que de azul las pinta con mechones blanquecinos.
Todas en ritual consabido suben por la escalera de luz tejida
por el Sol exclusivamente para ellas. ...y ellas, muy elegantes y
coquetas, jaculan furtivas miradas y guiños...al mismo tiempo
todas!
Un astral saludo con perfil de agradecimiento.
Cuando la penumbra huye al silbido del Sol, llegan a éste, en
tropel, las caritas tenues, veladas, que su rostro besan:
El viejo < recién nacido> se sonroja con el arrojo estelar
mostrado.
Después de esa comunión, la calma se vuelve intensa marcha:
Desde la solar sede como hormigas, como moléculas en fuga,
el REY contempla compungido, la ansiosa gente que se avoraza a
gastar el exiguo crédito de sus días restantes.
Con la parsimonia y humildad del Señor Sol y las juveniles
Estrellas, no se desgasta la vida; ellos tienen millones de instantes
vividos que pautan su existir con Silente peregrinar y...¡ Ahí siguen,
ahí estàn aún!
Mtro. Juan Rosales Contreras
29 de agosto 2021
Cajititlán de los Reyes,
Jalisco.
“En cuanto llego lo primero que noto
en el horizonte es un lago muy hermoso.
El cuarto mago es nuestro lago
Que cerros y montañas hacen un rey coronado”
Hansi R XII
La página respira desesperada.
Se niega a quedar en la muerte.
Mueve sus brazos como guillotinas.
La página tartamudea
letras como remedio.
¿Quién eres tú que ahora me invades?
Tú que ablandas las piedras,
Tú que provocas tregua en mis mitades.
¿Quién eres tú, discreta, silenciosa?
¿Por qué recoges mis despojos?
Tu aroma me invade
Y la página en que vivo respira.
Las tormentas se detienen.
¿Qué revolución haremos?
¿Por qué vienes a la selva?
Tus ojos me penetran
Mansos revolucionarios-
¿Dónde te he visto?
¿En qué sueño?
Juan Rosales
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