Rita Pérez de Moreno
jamás disparó un arma. Sin
embargo, su deseo de una
nación independiente la hizo
perder a casi toda su familia.
Su historia yace en el olvido.
La Independencia de
México no hubiera sido posible
sin las mujeres valientes
que arriesgaron su vida, sin
embargo, pocas veces son
recordadas o relegadas a un
segundo plano. Éste es el caso
de María Rita de la Trinidad
Pérez Jiménez, también
conocida como Rita Pérez de Moreno, quien nació en
Cañada del Cura, Jalisco, el 23 de mayo de 1779.
Hija de hacendados de Los Altos, se casó con el
caudillo antiespañol Pedro Moreno, con quien compartió
sus convicciones a favor de un país independiente y
tuvo cuatro hijos. Se unió a la Guerra de Independencia
junto a su esposo y participó en la Batalla del Fuerte del
Sombrero como enfermera y cocinera de los insurgentes.
Allí presenció el secuestro de su hija María Guadalupe y
el asesinato de su hijo de 15 años.
Rita Pérez de Moreno
Rita Pérez ayudó cuanto pudo, hasta que finalmente fue
capturada por los realistas mientras estaba embarazada.
Tras ser transportada a Silao, presenció la muerte de su hija recién nacida y de otro de sus hijos menores; ambos
víctimas de la desnutrición y el maltrato. También supo
de la muerte de su esposo Pedro Moreno, quien fue
asesinado el 27 de octubre de 1827 durante un ataque
de los realistas al racho El Venadito. Finalmente, fue
liberada por el virrey Juan Ruíz de Apodaca, volviendo
a San Juan de los Lagos, donde se encontró en una
situación precaria.
Aunque pensó que su hija Guadalupe también había
muerto, años después se reencontró con ella, logrando
un poco de consuelo. Rita Pérez de Moreno atestiguó
la consumación de la Independencia, sin embargo, no
reclamó ningún tipo de bien ni reconocimiento. Murió el
28 de agosto de 1861, a los 82 años de edad.
Reconocimientos a Rita Pérez de Moreno, heroína de
la Independencia de México
Se le ha reconocido en eventos de gobierno del
Estado de Jalisco. También, el 04 de enero de 1969 se
emitió un decreto para colocar su nombre con letras de
oro en el Salón de Sesiones del Poder Legislativo del
Estado de Jalisco. Tras comprobarse en 2010 que los
restos en la tumba de San Juan de los Lagos eran los
de Rita Pérez de Moreno, se decidió trasladar el cuerpo
a la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres. Finalmente, los
restos fueron trasladados a la Rotonda tras la develación
de una estatua en su honor hecha por el escultor Rubén
Orozco Loza.
Ese mismo año se presentó el libro “Doña Rita, heroína
y benemérita de Jalisco”, escrito por Rogelio López
Espinoza en la Casa de Cultura de Lagos de Moreno.
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