La auténtica historia de Desmond Doss, el soldado pacifista
que salvó a 75 compañeros
El protagonista de la cinta de Mel Gibson fue el primer
objetor de conciencia en recibir la Medalla de Honor de EE.UU.
Por JOSÉ MANUEL CUÉLLAR
El 307 de infantería, los héroes que inspiraron «Hasta el
último hombre»
La historia real que Mel Gibson ha reflejado en la pantalla
no es muy distinta de lo que sucedió en la realidad, pero por
lo que se sabe de Desmond Doss era algo que se podía
prever si tenemos en cuenta de dónde procedía. Nacido en
Lynchburg (Virginia), sus padres, Tom y Bertha, le criaron bajo
la doctrina y las creencias de la Iglesia Adventista del Séptimo
Día. Con este entorno Desmond estuvo desde muy pequeño
influenciado por la Biblia y sus enseñanzas, particularmente
por el mandamiento de no matar, algo que llevaría al límite
durante toda su vida.
En 1943, con 24 años, se presentó voluntario al Ejército
pero hasta allí se llevó sus creencias de no matar. Era lo que
se llamaba un objetor de conciencia aunque él solía decir
que era un “cooperador de conciencia” y que de esa manera
podía servir a Dios y a su país. Lo cierto es que en cualquier
caso normal el hecho de negarse a disparar o participar en
la batalla matando al enemigo le habría costado un consejo
de guerra. Sin embargo, en favor de Desmond jugaron dos
factores: el hecho de presentarse voluntario y su militancia
en la Iglesia Adventista del Séptimo Día, que no era asunto
baladí en aquella época.
Como única salida a tan peculiar problema fue incluirle
en el cuerpo médico de la 77 División de Infantería, que
fue destinada a Okinawa. A partir de ahí todo lo que cuenta
Gibson. En mayo de 1945, los marines realizaron un asalto
anfibio a la isla de Ryukyu de Okinawa. Un batallón fue
enviado a tomar una posición japonesa sobre un acantilado
de 150 metros. Tras escalar aquella pared, se encontraron
con que los japoneses les estaban esperando con un fuego
cruzado. Los marines caían a decenas y Doss, que veía a sus compañeros acribillados, se lanzó a rescatar a todo el que
podía mientras que la mayoría se refugiaban en los rincones
más recónditos, que eran mínimos.
Balazos por doquier
Doss sacó de aquel infierno a 75 soldados bajo el tiroteo
japonés y los fue llevando hasta el borde del acantilado
desde donde serían bajados con cuerdas. Iba solo por
lo que cada viaje que hacía entre la lluvia de acero, como
llamaron los japoneses a la batalla de aquellos días, traía a un
compañero. Unas veces traía a cuatro, luego a otros cinco, y
así sucesivamente. Durante varios días continuó atendiendo
a los heridos menospreciando el peligro que le rodeaba,
hasta que el 21 de mayo, cerca de Shuri, fue alcanzado en las
piernas por la metralla de una granada y estuvo cinco horas
esperando a que le encontraran.
Cuando estaba a punto de ser evacuado en una camilla,
Doss vio a otro soldado que estaba peor que él y dejó la
camilla para que la ocupase su compañero. Entonces, recibió
un disparo en un brazo que le fracturó un hueso. Sin poder
ponerse en pie, herido en un brazo y sin que nadie pudiese
ayudarle, rompió finalmente su juramento y cogió un fusil pero
fue para entablillarse el brazo y lograr llegar hasta el hospital
de campaña.…
Lo que antes habían sido burlas se convirtieron en respeto
y luego en leyenda. Él dice que salvó a 50 compañeros,
pero el Ejército asegura que fueron cien. Luego llegaron las
medallas y los honores. No fue solo la Medalla de Honor
del Congreso sino que pusieron su nombre a rutas, plazas,
centros médicos... Así el 10 de julio de 1990, una sección
de la Autopista de Georgia, entre la Autopista US 27 y la
Autopista de Georgia 193, en el Condado de Walker, pasó a
denominarse “Autopista Medalla de Honor Desmond T. Doss”.
Lo que antes habían sido burlas se convirtieron en leyenda
El 20 de Marzo de 2000, Doss apareció ante la Cámara de
Representantes de Georgia y recibió una mención especial
en honor a sus heroicos logros en nombre de su país. En
julio de 2008, la casa de huéspedes del Centro Médico militar
Walter Reed, en Washington, fue rebautizado con el nombre
Doss Memorial Hall. El 30 de agosto de 2008, un tramo de
dos millas de la Ruta Estatal de Alabama 9, en Piamonte, fue
renombrado el “Desmond T. Doss, Sr. Memorial Highway”.
En su ciudad natal, Lynchburg, Virginia, una parte de la Ruta
501, cerca de el Parque Peaks View, lleva su nombre. Allí,
los veteranos de guerra del lugar, aun honran a este héroe
decorando este tramo de carretera varias veces al año,
cuando se aproximan días festivos patrióticos, y en especial,
el Día de los Caídos.
Doss volvió del Pacífico con tuberculosis y acabó perdiendo
un pulmón. También se quedó sordo por una sobredosis
accidental de antibióticos y finalmente murió el 23 de marzo
de 2006 a la edad de 87 años.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario