El duro recordatorio de la fragilidad de la vida que Natasha
Richardson dejó a Liam Neeson
Liam Neeson estuvo casado 16 años con Natasha, pero una
fatalidad los separó. (Reuters)
En 2009, Liam Neeson se vio obligado a tomar una de las
decisiones más duras que cualquiera podría tomar: decidir sobre
la vida de una persona a la que se ama.
Él y su esposa, la actriz
Natasha Richardson, habían hecho un acuerdo años atrás, pero
¿cómo podía respetarse un trato así cuando la otra cara de la
moneda era la muerte?
“Dicen que lo más difícil del mundo es perder a alguien a quien
amas.
Mi esposa murió inesperadamente. Fue alguien que me
trajo tanta alegría... Ella era mi todo”, escribió en 2016, a manera
de retrospectiva sobre lo que dejó Natasha tras su partida.
“Tenemos que detenernos y estar agradecidos por nuestros
cónyuges porque un día, cuando levantes tu vista del teléfono, ya
no estará allí.
Lo que realmente aprendí sobre todo lo que ocurrió
es a vivir y a amar todos los días como si fuera el último. Porque,
algún día, lo será”.
Neeson se despidió de Natasha el 18 de marzo de 2009.
En
ese entonces, ya se había dictaminado la muerte cerebral de la
mujer que amó profundamente durante los 16 años que estuvieron
casados y que le había robado el corazón en 1993, cuando ambos
formaban parte de la pieza teatral Anna Christie, en Broadway.
Natasha había sufrido un accidente mientras esquiaba en
Canadá junto a uno de los hijos que tuvo con el actor.
Sin embargo,
el accidente casi pasó desapercibido para la actiz, quien se lo
mencionó a Neeson en una llamada telefónica como un simple
detalle más de la jornada vacacional: “Oh, cariño, me caí en la
nieve”.
Eso fue todo.
“Me dijeron que tenía muerte cerebral y viendo la radiografía
dije ‘wow’. Me acerqué a ella y le dije que la amaba, le dije: ‘cariño,
sé que no vas a volver, te golpeaste la cabeza.
No sé si puedes
oírme, pero es lo que está pasando’”, recordó Neeson en 2014,
quien aseguró que su esposa y él habían acordado “desconectar
el cable” si alguno de los dos quedaba en estado vegetativo.
Y así fue, a los 45 años, Natasha se despidió de forma
sorpresiva ante el estupor de la farándula estadounidense y
británica.
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