Te platico que la amistad tiene niveles. Sí, tiene
niveles. No todos los amigos son igual de amigos. Sele
dice amigos a diferentes niveles de cercanía o de amistad
entre dos o más personas. Y es importante aclarar esto de
los niveles de la amistad, porque desconocerlo da motivo
a situaciones muy conflictivas entre personas que un día
se consideraron buenos amigos.
Dos personas podrían considerarse amigos entre
sí, pero cada uno de ellos tener al otro en diferente nivel
de amistad; es decir, que los niveles en que cada uno ve
al otro, no coincide con el nivel recíproco. Y así, podría ser
que uno de los dos espere algo del otro, que ese otro jamás
esperaría aportar. Y cuando el primero no vea el resultado
que él esperaba, podría ser que se sienta defraudado y
suponga que su amigo es traidor o inconstante o voluble; Y
en el fondo pudiera ser que solamente el nivel de amistad
que tenía cada uno con respecto al otro, no coincidía en
ambos.
Las amistades tienen niveles, muchos niveles.
Muchos son amigos, pero entre cada pareja o grupo
de amigos, se dan niveles diferentes de cercanía
y familiaridad. Algunas amistades son sólo para un
saludo ocasional o de banqueta a banqueta: se saludan
alegremente sin cruzar la calle… y sienten que son
amigos; Otros disfrutarán acercarse e intercambiar un
corto diálogo; otros más habrá que harán la plática larga
con un rico intercambio de anécdotas y noticias; y todo
ahí al borde de la banqueta, con las bolsas del mandado
en la mano y haciendo ademanes de irse y aderesado
la charla con incontables frases de despedida. Habrá
amistades que son para disfrutarse toda una tarde, al
amor de una agradable bebida y que hasta se pueden
agendar en reuniones cíclicas. Habrá amistades que uno
está esperando ansioso el momento de encontrarlas, pero
que la vida alargará los tiempos de espera con pretextos
inverosímiles. Habrá amistades que se guardan como
reliquias, para ocasiones muy especiales, como las fiestas
del pueblo, las navidades, las venidas extraordinarias o
los funerales… Hay muchos tipos de amistades.
Hay amistades que no lo son, sólo parecen…
porque son en realidad relaciones sociales, disfrasadas
de amistad; como las amistades de conveniencia social o
de negocios, en las que uno se dice amigo de otro, pero
en realidad sólo les une la relación de trabajo o actividad que realizan entre sí, pero que si quitáramos esa bisagra
que los une, al no haber ningún otro punto en común, la
relación desaparecería.
Cuando uno confunde una amistad con una relación
social, es muy fácil que mañana alguno de los dos se
sienta decepcionado, porque a veces no se encuentra en
el otro la respuesta que uno esperaba.
Y es importante que el distingamos los diferentes
niveles de ellas, porque alguien puede ser que solamente
desea ser un amigo ocasional y la otra persona espere
una amistad más en forma… Y luego resulta que alguien
se llama sentido porque la persona que él esperaba con
un nivel de amistad más estrecho, prefiere una amistad
más ocasional.
Cada nivel de amistad, implica una forma personal
de ser. Los que son semejantes entre sí, se buscan, se
atraen; los que son dispares entre sí, se rechazan. Luego,
si hay amistades a quien tú buscas y no te responden,
piensa en la posibilidad de que tengan diferentes formas
de ser, y por lo tanto diferentes intereses; y tal vez diferente
misión en la vida: tal vez… Si es que eso de la misión en la
vida existe.
Se dice que: François-Marie Arouet, conocido como
Voltaire, escritor, historiador, filósofo y abogadofrancés
afirmó que:
“Sólo entre la gente de bien puede existir la amistad,
ya que la gente perversa sólo tiene cómplices; la gente
interesada tiene socios; los voluptuosos, compañeros
de vicios; la gente política tiene partidarios; la gente de la realeza, tiene cortesanos; únicamente la gente
buena tiene amigos”.
Y esta afirmación nos podría ayudar a pensar en cómo
somos nosotros; nos serviría como un espejo en el cual
vernos. Si no nos gustan nuestros amigos, podemos
preguntarnos, cómo es que somos nosotros. Hay personas
que se lamentan de que no pueden conseguir amigos
sinceros, y se preguntan el por qué de esa situación. Hay
personas que parece que son un imán y que siempre se
les acercan personas no deseables, y se preguntan el por
qué de ello: a veces no se da uno cuenta de cómo es
uno; a veces es muy diferente la forma como nos ven los
demás, de la forma como cada uno de nosotros creemos
que somos.
Si este fuera el caso, sería útil
consultar a un psicólogo: el trabajo
de ellos, es ayudarnos a ver la
parte de uno mismo que nosotros
no podemos ver. Y sí, ese es el
punto: que hay partes de nuestra
personalidad que nunca podemos
ver por nosotros mismos, si no nos
ayuda otra persona desde afuera.
Y el psicólogo es el profesionista
capacitado para hacerlo. (Si vas
a consultar a un psicólogo y no te
sientes cómodo o en confianza,
entonces busca a otro, y si no a otro
más; pero no dejes de intentarlo.)
Esto es como una montaña: si
estás dentro de ella, no puedes ver
su forma, necesitas retirarte, tomar
distancia; Y entonces sí, desde
lejos, apreciar la forma correcta
que tiene.
Por otra parte, es bueno que analicemos que hay
personas que necesitan amistad más que otras, aunque
todas necesitan el contacto humano. Así, habrá personas a
quienes les urge tener amigos, y habrá otras que disfrutan
más los momentos de soledad: y todo ello puede estar
relacionado con su forma personal de vida.
Habrá algunas personas que su actividad cotidiana
principal la realizan aislados de otros seres humanos, y
que entonces les sabrá muy agradable alguna charla
con sus amigos para terminar el día; mientras que hay
personas que por su ambiente de trabajo o su actividad
diaria, conviven con muchas personas y están llenas de
contacto humano: y a ellos les descansan los momentos a
solas o en contacto con la naturaleza y por ello necesitarán
a sus amigos, menos que otras; inclusive, puede haber
personas que más que necesitar contacto humano, lo que
necesitan es descansar de su mucho contacto y entonces
anhelan soledad. Hasta aquí es un asunto de estilos de
vida.
Cuando dos personas de diferentes tipos de actividad
se encuentran y una de ellas anhela soledad para
descansar de su actividad diaria, mientras que a la otra
le urge una amistad porque tiene soledad en su ambiente
diario… ellas no van a coincidir y uno va a tener un mal
concepto del otro, porque va a pensar que le rehúye por
algo personal; y no se trata de un asunto personal, no
se trata de que uno esté rechazado al otro, se trata de
que la necesidad personal de uno, es muy diferente a la
necesidad personal del otro, no que
haya un problema personal entre
ellos.
Conocernos a nosotros mismos,
nos ayudará a conocer a los demás;
y a entender, por qué tenemos los
problemas que tenemos; o por qué,
no tenemos las cosas que esperamos
tener y no llegan. Se dice que, en el
oráculo de Delfos, que era un lugar
a donde todo griego clásico asistiría
algún día cuando sus problemas
fueran muy grandes, había una frase
que decía: conócete a ti mismo. Y que
esa frase después la utilizó Sócrates
como su eslogan personal: él creía,
que la clave de todo, era conocerse
a uno mismo (algunos dijeran: “para
ser feliz, hay que conocer nuestros
propios límites y aceptarlos”)
Javier Contreras
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