La situación de la obra de arte plumario no ha cambiado desde
2012, asegura el curador encargado de la pieza, “si se mueve, se
destruiría”.
El llamado penacho de Moctezuma no regresará a México,
pues la pieza, elaborada con plumas de quetzal y engarces de oro,
que se exhibe en el museo de etnología de Viena, en Austria, se
destruiría por completo si llegara a moverse, así lo reconocieron
en 2012 tanto el Estado mexicano como el austriaco, a partir de
los resultados obtenidos por una comisión científica binacional que
estudió la obra, “cuyas condiciones en este 2020 no han cambiado”.
“El tocado (feather headdress) no puede ser trasladado; no ha
cambiado su situación desde los resultados del estudio de 2012,
cualquier vibración lo destruiría”
Dijo en entrevista con ALTO NIVEL Gerard van Bussel, curador
del penacho en el Weltmuseum Wien, que en español se le conoce
como el museo de etnología de Viena.
La posición del museo con respecto al penacho sigue siendo
la misma, la pieza seguirá en Austria pues “nada se ha modificado
desde los resultados de la comisión binacional”, añadió el experto,
en referencia al equipo de científicos mexicanos y austriacos que
entre 2010 y 2012 estudiaron y restauraron la corona de plumas.
De parte de México, investigadores del Instituto Nacional de
Antropología e Historia (INAH) y de las Universidades Nacional
Autónoma de México (UNAM) y Autónoma Metropolitana (UAM),
expertos en física, etnografía, arqueología y ornitología, junto
con académicos de Austria, llevaron a cabo en esos dos años un
minucioso análisis de la pieza ornamental.
Sus conclusiones fueron definitivas: es imposible su traslado
fuera del museo, a menos que en el futuro se invente una tecnología
que evite cualquier vibración.
“No puede moverse en los próximos diez años, si la tecnología
avanzara dentro de diez o más años, no sé si entonces vaya a haber
algo que permita su entera conservación”. Gerard van Bussel.
Pieza única
Llamado el penacho de Moctezuma, aunque en realidad no
hay ninguna referencia histórica o arqueológica que pruebe que
perteneció a ese emperador azteca, el tocado contiene plumas
originales de cinco especies de aves típicas de Mesoamérica:
verdes son de quetzal
café son del pájaro vaquero
rojas de la espátula
azules del charlador turquesa
La obra, que mide 130 x 178 centímetros, también cuenta con
partes que se añadieron en una restauración hecha en 1878, se
trata de “pieles de ave con plumas que cubren todas las áreas
azules” del tocado, y que proceden del pájaro Martín pescador, de
acuerdo con el estudio de 2012.
De igual forma, está entretejido con engarces de oro, aunque el
análisis -hecho mediante rayos X y microscopio- también encontró
piezas de cobre y plata, junto con elementos de latón, estos últimos
fueron añadidos en la intervención de 1878.
Se destaca que los investigadores no encontraron restos
de pigmentos inorgánicos en los puntos de color que componen
la estructura, lo que indica que ésta y las plumas mantienen su composición y colores naturales, con el desgaste propio del paso
del tiempo.
La primera referencia documentada del penacho data de 1596,
en el inventario de la colección del archiduque Fernando II del Tirol,
quien lo mantenía en el Castillo de Ambras, en Innsbruck, al oeste
de Viena.
Para prolongar su vida física, actualmente el penacho se
encuentra en una caja de cristal, con una inclinación de 22.5
grados. Se exhibe en una sala con una luz tenue, además de que
el contenedor cuenta con mediciones constantes de temperatura,
oxígeno y humedad.
A fin de mantener las condiciones ideales para su conservación
el curador declaró:
“Una computadora revisa constantemente esos factores para
que se mantengan estables, pues cualquier cambio lo deteriora”.
“Se trata de una pieza única, muy hermosa, que el museo cuida
de manera especial”.
Diplomacia y política
Los resultados de ese estudio, que fundamenta la posición
actual del museo, tienen su origen en un largo trabajo de diplomacia
y oficios, que inició desde el sexenio del presidente Vicente Fox
(2000-2006), y concluyó con la administración de Felipe Calderón
(2006-2012).
En esos años, los dos Estados, el mexicano y el austriaco, por
primera vez se pusieron de acuerdo, y en conjunto llevaron a cabo
el análisis y restauración del penacho, que concluyó en marzo de
2012.
Se trató de una colaboración académica y diplomática en la
que al final se reconoció que el tocado prehispánico se quedaría
en Austria pues, más allá de consideraciones políticas, lo más
importante es la preservación de la obra de arte plumario.
Esta semana, el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió
el regreso del penacho, desconociendo los acuerdos a los que el
Estado mexicano ya había llegado con el austriaco.
“Los austriacos se han apoderado por completo del penacho”, dijo el mandatario, a pesar de que -hasta ahora- México mantenía muy buenas relaciones con Austria, de hecho, hoy jueves 15 de octubre de 2020 se inaugura en el museo de etnología de Viena la exposición Los Aztecas, integrada por más de 200 piezas que fueron prestadas por México y por varios museos europeos.
“Los austriacos se han apoderado por completo del penacho”, dijo el mandatario, a pesar de que -hasta ahora- México mantenía muy buenas relaciones con Austria, de hecho, hoy jueves 15 de octubre de 2020 se inaugura en el museo de etnología de Viena la exposición Los Aztecas, integrada por más de 200 piezas que fueron prestadas por México y por varios museos europeos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario