POR JOSÉ SOLÓRZANO
El Estado de México es un cúmulo de experiencias
y sitios maravillosos que convierten a sus poblados
en atracciones turísticas de gran afluencia. Entre esos
poblados se encuentra Aculco de Espinoza, que no sólo
es mágico por sus lugares, sino también por esconder
una variedad de leyendas que se han registrado y
transmitido a las nuevas generaciones, de residentes y
turistas, en sus míticos lavaderos públicos.
Los lavaderos de Aculco son un atractivo turístico por
su arquitectura y leyendas generadas en el lugar, pero
no sólo es eso, los lavaderos de Aculco han sido el punto
de encuentro para múltiples mujeres otomíes desde su
creación en 1884, por lo que las historias y vidas de los
pobladores eran constantemente dialogadas entre las
asistentes de aquel lugar.
De entre las historias que se convirtieron leyenda se
encuentra la de aquella mujer que tenía su casa justo a
un lado de los lavaderos públicos y que por venganza
atrapó las almas de tres niños en un árbol, que hasta
hoy en día continúa cerca del sitio.
La leyenda cuenta que existió una mujer que residía
en una casa contigua a los lavaderos; ella irradiaba
una belleza sin igual por lo que era de esperarse que
cualquier hombre la desposara, sin embargo, eso nunca
sucedió pues provenía de una familia afamada por
practicar brujería. Todo el pueblo se negaba a acercarse
a ella pues la única que se ataba a su presencia era la
soledad.
A pesar del rechazo de todo el pueblo, la mujer no
guardaba rencor en su corazón, al contrario, anhelaba
tener un hijo y darle un amor incondicional. El tiempo
transcurrió y los hombres del poblado persistían en
no acercarse a ella, debido a eso comenzó a probar
métodos de fuerzas malignas para poder engendrar un
bebé, pero para su desgracia no lo logró y perdió su
irresistible semblante, ya no era una mujer hermosa sino
una lúgubre y tenebrosa.
Un día a sus oídos llegaron los murmullos de dos
mujeres del pueblo en los que se burlaban de ella por no
poder engendrar un hijo y fue así que tras escucharlas
juró venganza contra el pueblo de Aculco, inclusive si
ello le costaba su propia vida.
Las mujeres que asistían a los lavaderos públicos
constantemente escuchaban gritos y lamentos que emanaban de la vivienda de aquella mujer; la leyenda
cuenta que logró cerrar un trato con el diablo y próximo
a eso el pueblo se convirtió en un lugar invadido en el
terror pues la desaparición de tres niños se hizo notar.
Los pobladores presentían la complicidad de la mujer
con las desapariciones, no tardaron en reunir a todo el
pueblo y con antorchas, piedras y hachas arribaron a
la morada de aquella mujer. Tras forcejear la puerta
una voz de ultratumba salió del árbol situado frente a la
casa, misma voz que confesó ser la mujer de quienes
todos se burlaban y la asesina de aquellos tres niños
desaparecidos.
La revelación fracturó aún más la paciencia del
pueblo y fue entonces que un hombre no tardó en dar
un hachazo al árbol, pero lo que no esperaba es que al
realizar aquella acción las voces de los niños también
emanarían del árbol, estaban atrapados para siempre.
En la actualidad...Se dice que, si acudes a aquel
árbol cercano a los lavaderos y clavas algo filoso en
su tronco, arrojará un fluido blanquizco que pronto se
tornará rojo, pero no sólo eso, sino que también podrás
escuchar los lamentos de los infantes atrapados, así
como las risas de la bruja.
¿Cómo llegar a Aculco?
Para llegar a Aculco debes tomar la carretera
Querétaro-México y conducir rumbo a Calle Ignacio
Allende en Aculco de Espinoza. El pueblo mágico de
Aculco se encuentra a dos horas de la Ciudad de México
y una hora con 40 minutos de la ciudad de Toluca.
Mientras que los lavaderos públicos son gratuitos y de
fácil acceso, se encuentran en calle de la Corregidora 5,
Aculco de Espinoza, Estado de México en un horario de
9:00 a 18:00 hrs.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario